martes, 18 de junio de 2013

Felices veinticinco.

Hoy, y sin que sirva de precedente, en mitad de una sequía de ideas que no me deja escribir nada decente cuando me siento frente a la pantalla estos últimos días, quiero dedicar una entrada a alguien que lo merece.

Aprendimos juntos que la vida no sabe dulce si no sales a comértela cada mañana. No se trata de el qué, sino del cómo, ya lo dice Estrella Damm, y el cómo depende de ti. Has sabido ser ese amigo que nunca desaparece, que me acompaña allá donde vaya, que no se olvida de cada detalle, que se compromete sin más por el simple valor de una palabra. Se quedarían cortos los calificativos para agradecerte que siempre hayas estado ahí, que aquí, a quinientos kilómetros, o a tres mil, hayas sido mi conciencia, mi consejo y mi sonrisa cada día.

Muchas felicidades chaval, y a serguir cumpliendo años, que medio siglo solo es una pequeña parte de lo que nos queda. Y no te preocupes, que todo saldrá bien, todo esfuerzo tiene su recompensa, y en este caso será feliz, estoy convencido. Dentro de nada estaremos por ahí comiéndonos el mundo, ya lo verás.

Un abrazo Lucho!



Soy un peleón,
puedo con el Sol.

El lunes cuesta,
el martes imposible sin tu voz.
He esquivado tu tiro,
me han rozado dos.

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