miércoles, 26 de agosto de 2009
Qué queda cuando ya no queda nada..?
Hoy he puesto la tele cuando me he despertado y ha aparecido al otro lado Oliver, igual que aparecía cada mañana de aquellos eternos veranos y... sí, quizá le echaba de menos.
Quizá echaba de menos despertarme cada mañana con cualquier excusa para ser feliz y que todo me llenara, quizá era todo tan sencillo que entonces me parecía una montaña pero ahora lo echo de menos. Echo de menos la ilusión de llegar a casa, de bajar del autobús del cole y que una merienda gigante me hiciera olvidar la aburrida tarde de clase. Entonces, jugar un rato, bajar a la plaza o contar el tiempo que faltaba para ver a mis amigos era suficiente para olvidar todo lo demás, y el mundo de los mayores todavía quedaba demasiado lejos.
Entonces no entendía lo que era amar, pero sí querer, y querer de verdad, y daba todo lo que tenía sin esperar nada a cambio, porque entonces el mundo, mi mundo, todavía era sincero, y las mentiras y las malas intenciones eran cosa de mayores.
Quizá echo de menos jugar, soñar, sonreir sin más. Echo de menos que el final de las vacaciones no fuera una dura pesadilla, sino que cambiar mi cuaderno de vacaciones santillana por una montaña de libros nuevos que olian genial me hiciera ilusión, la ilusión de volver y ver a mis amigos compartiendo todo con ellos un año más.
Pero, ¿qué queda cuando ya no queda nada de aquello?, aunque la vida gire, y el tiempo pase cada vez más rápido dejando en el olvido millones de cosas, siempre dormirá una parte de ese niño en mí, que siempre volverá a sonreir cuando Oliver se recorra diez kilómetros de campo para marcar un gol increible.
...y gracias, fue tan bonito
por darme todo cuando era niño,
y gracias, lo necesito
lo llevo dentro
y vive conmigo...
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Sólo me sale decir: ¡Que guay tio!, jaja. Me alegro que hayas hecho esto que también nos va a servir a los demás para recordarnos que tenemos que ser sinceros con uno mismo, y con éste ejemplo que has puesto queda clara la esencia que lo que fuimos dura por mayores que nos hagamos.
ResponderEliminarGracias por ser tu mismo siempre (que no es fácil) pero yo se de 1ª mano que aunque pasen días, semanas o meses sin hablar sigues tratando a la gente igual que el 1er día y eso te hace único.
Bonita reflexion... TE sigo a ver que cuentas! ^^
ResponderEliminar(yo tambien veia Oliver y Benji jajaja )