lunes, 2 de agosto de 2010

Hermanito hermanito...



Siguen pasando los días y se va alargando la cuerda, cada vez está más tensa y siento tu ausencia como se evapora y la inhalo por todos mis poros. Es raro, te lo prometo, te siento lejos y a la vez parece que sigas en todas partes. Me inundas con tu presencia sólo de imaginarte. Por más que pase el tiempo no te vas del todo, y sé que nunca lo harás. ¡Joder, qué difícil es todo ahora! Te prometí que siempre estaría contigo y ahora eres tú quien no puede abandonarme.

Qué poquito nos faltó para creernos que existe el futuro, que la vida acaba sonriendo. Qué cerquita estábamos ya de comprender que soñar vale la pena si crees en ello. Cómo nos gustaba jugar a imaginar que nada nos unía más que toda la puta vida caminando juntos. No estarás sólo me decías, no me dejes a mí. Eres tú quién se tuvo que ir deprisa, quien me soltó la mano. Pero sé que sigues aquí, y allí, sé que estás en cada recuerdo, en cada pensamiento. Sé que la luna seguirá jugando con nosotros como cada mañana de verano, y que nadie borrará las pisadas que hicimos en la arena. Eras parte de mí. Ahora sigo caminando solo... Pero te echo de menos.

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