viernes, 18 de mayo de 2012

Como mayo sin primavera.

De repente una idea absorbe mi mente y es entonces cuando sabes que en el camino que tienes pensado trazar solo existe un destino y tienes claro cómo dibujarlo.

Lo siento, soy así, a pesar de que a muchos no les guste, quizá porque no lo valoran, no lo entienden, o porque aseguran que no existe futuro en ello, pero es algo que nace de dentro, que no se elige. Camiseta, vaqueros y zapatillas. Música alternativa en mis cascos y una sonrisa dibujada pese a la lluvia. No tengo espacio para las camisas, los zapatos y la gomina. Decidí huir de horas de oficina tediosas, madrugones ausentes de ilusión y veranos a la sombra. Porque tal vez el dinero no es el objetivo para todos, sino el camino para algunos. Por eso y mucho más decidí ser maestro; por eso y mucho más decidí que mi vida eran los niños y hoy sin ellos no soy nada.

Vestidos con el chándal del equipo, con el uniforme del colegio, con esas camisetas de colores, esos peinados absurdos y sus pájaros en la cabeza. Sus miradas y sueños son las piedras que asientan los pasos que voy dando. En ningún sitio como en el patio del colegio o el césped de un entrenamiento. En ningún sitio como en sus mentes y sus palabras. Desde Joan o Alain hasta Dimitar, Lucía o Manuel han ido pasando nombres, momentos, anécdotas, vidas, todas ellas llenas de valor y significado que hoy son el impulso a seguir adelante.

No importa que no haya futuro, no importa que ustedes no me lo quieran dar. No importa que tenga que hacer horas y horas de más sin una esperanza clara; no importa que tenga que estudiar cosas absurdas que no me gusten; no importa que quienes mandan crean que nuestros sueños no son más que un número en la listas del INEM. Porque creo en ello y siento que no hay más ciego que el que no quiere ver, que por muchas barreras que ustedes creen, una vida pesa más que todas ellas; hoy tengo ganas de creer.

Hoy brindo por que mi futuro sea el que yo dibuje y no el que ustedes me impongan.



¿A quién vas a mostrar tus cicatrices,
tu rabia por vencer los imposibles,
tu salto que es mortal y te hace libre,
tu forma de besar que es invencible?

2 comentarios:

  1. Me ha llegado mucho lo que has escrito. Yo también elegí que mi camino llegase hasta ser maestra. Y, es cierto, dicen que no hay futuro, tampoco nos valoran como deberían. Pero es nuestro sueño, nuestra vida, y eso no nos lo puede quitar nadie.
    Un beso :)

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  2. Seguir tu camino sin miedo va a llenar tu vida muchísimo más que unos cuantos ceros en tu cuenta bancaria. Y eso, al final, es lo que importa..."no importa que tenga que estudiar cosas absurdas que no me gusten; no importa que quienes mandan crean que nuestros sueños no son más que un número en la listas del INEM". Tus sueños son tuyos, que nadie consiga que te apartes de ellos.
    Besos azules:
    Lena

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