Hace meses que te debía una explicación, que te debía una historia. Hace meses que me había olvidado de ti, que había dejado de buscarte en los rincones, que había dejado de hacerte crecer por hacerlo de forma equivocada. Hace meses que no te he cuidado y, aun así, sigues estando cuando la niebla desaparece. Aunque resulta necesario olvidarnos de nosotros mismos por un tiempo, creo que la noche no termina del todo hasta que nos reencontramos.
Hoy me vuelvo a sentar ante ti y ese espejo cómplice de cada derrota, la ventana que se abre hacia afuera porque mira adentro, hoy tengo ganas de volver a nacer. Y es que, ¿qué es la vida sino una continua forma de morir y reinventarse? No tendría sentido si no fuéramos capaces de levantar la cabeza tras cada curva, de convertir cada error en recuerdo y buscarnos tantas veces que la lista de caídas sea más larga que la de la compra un 2 de mes. Hoy vuelve a salir el sol como el primer día, vuelve a ser nuevo y brilla diferente. Hoy el manual de instrucciones para no caer incluye una nueva letra pequeña, hoy nos volvemos a reinventar y, ¡joder, qué bien que sigamos haciéndolo!
Hoy te prometo que no volveré a olvidarte, que no caeré, que no dejaré de descuidarte. Sé que es mentira, sé que no lo cumpliré, pero tú volverás a entenderlo. Estoy convencido.
No será el glamour de nuestros peinados
Lo que conquistará el mundo,
Pero ahí estaremos dispuestas a buscar nuestro trozo de pastel.
Y oye, que nadie va a ganarnos a salvajes,
Será una caravana en el desierto.
Y saldrá de nuestra flaqueza, energía que no teníamos.
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