miércoles, 2 de septiembre de 2009
Abriendo los ojos
Como el malo de un cuento infantil, ya has llegado, y no puedo decir que sin avisar, porque llevo esperándote y temiéndote bastante tiempo, pero por fin llegaste. Hola septiembre.
He pasado bastantes noches imaginando lo lejos que quedarían estos dias de mi vida normal, de mi día a día, temiendo que se rompería todo y añoraría cada tarde o noche de verano, cada día de estudiante. Y por fín has llegado, y..¿sabes? ya no te tengo miedo, me atrevería a decir, que esta noche...hasta me atraes, como una dulce y cruel pesadilla.
Ya no me da miedo, no tanto, ese precipicio, empiezo a cogerle gusto a esta dinámica, a esta curiosa rutina. Puede que incluso me acostumbre a que me llamen 'profe'. Siento que hoy sale de nuevo el sol, aunque sea entre las nubes, aunque a penas caliente, pero vuelve a salir. Me alegro, te echaba de menos.
Y...gracias, aunque no sepas por qué, ni lo entiendas, hoy me has alegrado el día, y ya es suficiente.
...Le adoré en silencio
y crecí esperando
a despertar del sueño...
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