martes, 17 de noviembre de 2009

tic - tac


Como los engranajes de un perfecto reloj que marca impasible el paso del tiempo sin fallar minuto tras minuto, sin dar una tregua ni inmutarse ante los cambios, con la frialdad de quien mira pasar la vida desde fuera sabiendo que no va a afectarle, que da lo mismo. Pasan los años y yo con ellos. Un escalofrío me recorre al recordar aquellas ilusiones del colegio, cuando todo era motivo de una sonrisa; las eternas tardes estudiando; los amores de la infancia, del instituto... los amigos que van y vienen, los que se fueron; la universidad; los que ya no están... y TÚ, que tienes tu nombre escrito con letras de fuego en mi vida, y siempre permanecerá ahí.

Pero la vida sigue girando como la manecilla del reloj, sigue dando vueltas y abriendo caminos que se cierran al poco o que quedan abiertos para siempre, y de nada sirve seguir volviendo la vista atrás. Toca vivir el presente, aceptar lo que viene y valorarlo completamente, exprimir cada minuto de una realidad que nada tiene que ver con la de ayer y no por ello es menos válida. Cada pieza del recuerdo es imprescindible y eterna, siempre permanecerá ahí, y ha servido para forjar cada amanecer. Como el funcionamiento de un perfecto reloj que sin cada pieza, jamás podría funcionar, sigue pasando mi vida, al son de su dulce tic-tac.

...Porque soñar ya no es bonito ni feo
porque va siendo lo ultimito que queda...

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