"Sólo quien se rinde pierde". Como la pequeña voz de mi conciencia que decide darme una tregua en mi inspiración y me incita a seguir, un graffiti con esa frase atrona en mi mente cada domingo por la tarde. Es ese rato a la semana en el que me encuentro conmigo mismo, siempre el mismo paseo, siempre el mismo suelo, el mismo cielo. Las mismas luces a lo lejos, la misma campana que resuena en alguna iglesia que no conozco, pero que me recuerda domingo a domingo que ha pasado una semana más. Y siempre esa frase de vuelta a casa, como un hilo conductor que va hilvanando cada lunes, y el martes que le sigue y así hasta llegar al último día, y luego vuelta a empezar. Como ese golpe de ánimo que inconsciente espero junto al vaso de leche caliente antes de dormir de cada noche de domingo.
Quizá por eso hoy sigo creyendo que soñar tiene valor cuando no sólo lo haces con los ojos cerrados. Quizá por eso hoy te rindes a la evidencia de la suerte y te siento más cerca de mí, más lejos de aquello en lo que creías que era lo correcto. La vida a veces envuelve las caricias en balas de plata y sólo si te pierdes encuentras la salida más amable. No te voy a dar lecciones de nada, no soy más que nadie, ni sé algo que tú no sepas. No quiero prometerte una vida de ensueño, sólo te ofrezco los míos, que aun perdidos, todavía siguen siendo la sangre que hierve en mis venas. Todo lo que me queda. Mi mundo.
Nunca hay que perder los sueños, ni dejarlos de lado. Si nos equivocamos empezamos otra vez.
ResponderEliminarUn beso ácido!
No te voy a dar lecciones de nada, no soy más que nadie, ni sé algo que tú no sepas. No quiero prometerte una vida de ensueño, sólo te ofrezco los míos, que aun perdidos, todavía siguen siendo la sangre que hierve en mis venas. Todo lo que me queda. Mi mundo.
ResponderEliminarQué bonito :)