...te cuente todo sobre los viajes que cada noche hacemos tú y yo. Quizá llegue el momento en el que sepas que hemos ido más lejos de lo que se puede imaginar. Que hemos vivido aventuras, hemos conocido horizontes, y ha ido saliendo el sol, noche tras noche. Y tú, seguramente todavía ni siquiera lo imaginas.
El mundo es de otro color, y no duele tomar decisiones cuando tú y yo volamos juntos. Los trenes nunca llegan tarde, ni se van demasiado temprano. Los amaneceres no son fríos, y las noches nunca lo suficientemente largas. No hay relojes, no hay tiempo ni distancias. No existe nada más en ese universo personal. Es dulce, simplemente porque estás tú. Simplemente porque es un sueño, y mis sueños todavía llevan tu nombre. Aunque tú no lo sepas.
Porque de haberlo sabido, quizás hubiera sido diferente. Quizás...
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