Resfriado, casi sin fuerzas, muerto de sueño, pero contento. El fin de semana me deja maltrecho, sin descansar y sin las pilas preparadas para empezar toda una dura semana. Pero eso sí, ha valido la pena. Sin un ratito para descansar en dos dias y medio pero con un montón de buenas cosas por hacer. El domingo culmina una buena semana que, en sensaciones generales ha satisfecho mis necesidades. Con él termina mi semana de escribir día a día y ciertamente, me ha gustado, es una divertida forma de expresar mis desahogos diarios y de evadirme un poquito encontrándome conmigo mismo. Me gusta.
Volar por encima de todo y de todos. Creer que no hay barrera tangible ni conciencia prudente que nos limite en nuestro viaje. Pensar en aquellos rincones que anhelamos y llegar hasta allí sin más premisa que soñar. Me encantaría volar. Me encantaría volar contigo.
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