viernes, 15 de junio de 2012

Llévame a ver salir el Sol

Cuando tu mirada se pierde entre tanta gente. Cuando no queda nada ni nadie esperando a que se apaguen las últimas luces del atardecer. Cuando la noche se dibuja entre lágrimas de ayer que limpian las pisadas que dejas atrás cuando te marchas. Cuando la luna solo ilumina caminos que no puedes recorrer y le pides explicaciones a un mundo que ha dejado de escucharte. Cuando una ventana abierta significa más que diez aviones a punto de partir y una sonrisa es capaz de borrar noches enteras de dudas e insomnio.

Cuando metes la mano en tus bolsillos y solo obtienes una lista de recuerdos y puñados de melancolía en vasos con hielo. Cuando hasta tu almohada parece burlarse del significado que le das a tus palabras, y el segundero bombardea la habitación con golpes de realidad.

Quiero pintarte en esa playa vacía de otoño; en esa estación que llora porque está harta de prisas y despedidas; en ese teléfono que suena de madrugada; en esa canción que nunca termina en nuestras cabezas.

Llévame a ver salir el Sol
y no me sueltes la mano. Todavía no.