sábado, 24 de noviembre de 2012

N = 1

El sabor de la despedida siempre es amargo. Un frío que sientes como ajeno recorre esos huesos cansados de remar hacia ninguna parte. Tal vez mañana las cosas sean diferentes pero hoy me siento raro aquí. Lejos de todo. Lejos de ti.

Prefiero taparme hasta los ojos y no mirar. Prefiero creer que no existe pasado y que los sueños solo tienen valor mientras crees en ellos; que luego desaparecen sin dejar rastro porque no tienen más sentido que ese: hacerte sentir vivo.

Voy a coger una maleta y meter en ella todos esos abrazos; esos despertares de invierno en la mejor ciudad del mundo; esos paseos de domingo sin rumbo ni prisa; esas esperas a que terminaras de arreglarte en el sofá; esas comidas improvisadas en alguna parte; esos viajes en coche con la única compañía de esa música que juntos hemos aprendido a querer; ese olor a parasiempre en la ropa al llegar a casa. Porque la vida no es fácil sin ti, pero ambos sabíamos que los tequieros no duran 100 años.

Es hora de aprender a mirar la vida desde otra perspectiva. A través de otra mirada, la mía. Porque las despedidas nunca fueron mi fuerte ni he aprendido a sentirlas como tales. Porque siempre he creido que mientras no digas adiós queda una puerta que no se ha cerrado y la ilusión de si volverá.

Hoy es sábado. El primer sábado sin nosotros.



Es lo que nos va a pasar,
vamos a perdernos.
Vamos a desaprender
todos los secretos.
vamos a esperar
a que el tiempo haga su trabajo
y olvidar,
no debemos arriesgar.
Es lo que nos va a pasar.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Y sigo pensando en que no pienso crecer más.



"La vida son ironías en forma de capicúa. Y más tarde o más temprano, todo vuelve a un punto inicial, como un dibujo en forma de perverso lazo. La meta se parece al punto de partida, y lo del medio es sólo un camino que sirve para que, al final, comprendamos el inicio.

Te daré un ejemplo. El disco se hizo para rememorar lo acaecido en 1999. Entiéndeme. De alguna manera tenía que sacar provecho de la historia, ya me conoces, tengo bastantes defectos pero no podrás negar que, con el tiempo, he ido espabilando. La ironía del asunto es que, dentro de unos años, tú estarás algo más diluida y será aquella inolvidable gira, organizada con el pretexto de evocarte, lo que convertirá tu recuerdo en algo mucho más agradable. Y, de repente, todo ha cogido sentido. En cierta manera, conocerte me ha cambiado un par de veces la vida, entonces y ahora.

¿Sabes? Hace poco, alguien me pidió consejo, como si yo supiera algo de la vida, puedes reírte a gusto, tú me conoces. La cuestión es que aquella persona quería saber cómo borrar a alguien de su cabeza para seguir adelante. Simplemente le pregunté:
-¿Y quién te dijo que tienes que olvidar?

En mi caso, olvidarte significaba renunciar a mi mismo. Sin embargo, hace poco me llamaste, preguntando si 1999 hablaba de nosotros, te lo negué rotundamente. Llegué a decirte, entre risas, que lo nuestro no había sido tan importante. Pillaste la broma al instante, y te callaste educadamente, claudicando a mi pequeña victoria. Luego colgaste y "ya nos veremos". Como tiene que ser. Pero tampoco te mentía. Me explicaré. Aquí está todo convenientemente mezclado. Pasado, presente y me atrevería a decir que futuro, tú y otras personas. La batalla entre realidad y pura fantasía sigue en tablas. Como en aquellos tiempos, aún hoy, podría enervarte. En eso no he cambiado.
Me he echo mayor sin haber madurado

Pero aún vive el monstruo y aún no hay paz. Son ese tipo de sensaciones con las que uno tiene que aprender a convivir, hasta el fin. Y sigo pensando en que no pienso crecer más.
Y sigo queriendo romper tus ventanas.
No te aconsejo que te relajes.
Sí.
Voy a romper tus ventanas.
Y voy a entrar como el aire."

Love Of Lesbian. Últimos días de 1999.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Desmotivación



Desmotivación:

Falta o pérdida del interés o el ánimo por hacer alguna cosa.

Hoy el día es oscuro y no promete mejoras. No se dibujan claros en el cielo y hace demasiado frío en la calle como para salir de dentro de uno mismo. Hoy no existen argumentos ni dentro ni fuera para creer en algo que haga bailar la rutina y aporte esperanzas de despertares en los que el reloj juega a favor y no en contra. Hoy no sale ese tren que me lleva a ninguna parte y he perdido las ganas de creer. Hoy cuesta levantar la cabeza porque ya no queda nada que la sostenga.

Si no hay motivos no quedan ilusiones. Si no hay ilusiones la vida se vacía poco a poco. Corren malos tiempos para soñar. De hecho corren malos tiempos para casi cualquier cosa.

Buenas noches.





jueves, 1 de noviembre de 2012

Un segundo de vida.

¿De verdad crees que es imposible parar el tiempo?

A veces me gusta sentarme a mirar como suceden las cosas ajeno al devenir de sus intereses. Me gusta tumbarme en la cama a escuchar como esa canción se desarma en mis oídos con versos que encarcelan mis sentidos del tiempo y el espacio. Disfrutar un olor que se difumina al pasar sabiendo que no sabes si volverá, pero que el día que de casualidad aparezca, te hechizará de nuevo. Cerrar los ojos e imaginar todo aquello que no está sucediendo y estremecerte sabiendo que tu mente vuelva más allá de los límites de ese segundero culpable que se esconde en su reloj.

Suelo jugar a hacer eterno un instante y a decrecer las horas con simples billetes de ida y vuelta a un presente que siempre camina demasiado acelerado. Con el tiempo descubres que la vida sucede a cada instante, que cada segundo es energía que se esfuma sin pestañear y que si no estás atento, cuando te giras ya no queda nadie atrás. Porque establecemos metas como forma de degustar el camino que seguimos para conseguirlas, y sabemos que su magia está en él, y no en el mero hecho de lograrlas.

A veces me gusta creer que el tiempo no es uniforme y que si tú quieres, puedes mecerlo a tu antojo, prendido de las ganas que tengas de soñar.



Zumo de naranja con vainilla
en algún puerto de una isla
que en septiembre se vacía.

Date ya el último baño,
el último respiro,
el último, tranquilo.