miércoles, 24 de diciembre de 2014
Feliz Navidad
Hace años salí de trabajar a las 19:00h en un centro comercial a casi 500 kilómetros de casa. Una hora después salía mi Alvia hacia Alicante. Atocha, epicentro neurálgico de lágrimas y porqués, es más caliente en Nochebuena. Fueron 4 horas en un vagón rodeado de gente que volvía a cenar al sitio al que pertenecen, como yo. Raras veces te sientes más unido a alguien que en ese momento. Tras ese 'ha llegado a su destino' sabías que no somos nadie si no hay nadie esperándonos, en algún sitio, en algún momento, en Navidad.
La ciudad, dormida de invierno y sedada de noches, es distinta hoy. Hace menos frío, aunque llueva, o incluso nieve (oajalá), pero no congela. Brillan las luces, suenan villancicos en cada tienda, supermercado. Prisas por comprar lo que falta, por preparar una cena que hace más ilusión las horas previas que cuando te la comes. Maldita sea, ¿qué tiene la Navidad? Cambiamos, somos diferentes, aunque no seamos conscientes. El rico es menos rico en Navidad, y el pobre menos pobre. Escuece el perdón que no has pedido a tiempo, despierta tu amistad adormida (que nunca olvidada), la sonrisa es más curva y el 'buenas noches' sabe más dulce, más sincero. Somos más personas en Navidad, aunque la misma gente.
Me gustan los motivos que mueven a las personas. Siempre hay un porqué para volver a casa, aunque para cada uno esa palabra signifique un lugar distinto, en el espacio o en el tiempo. Pero nunca hay que dejar de volver, porque sino, al final te acabas olvidando de dónde has llegado. Por eso, y por todo lo demás, la Navidad es diferente.
Feliz Navidad.
And, so this is xmas
For weak and for strong
For rich and the poor ones
The world is so wrong.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Volvemos a equivocarnos
Tal vez podamos dividir el mundo en dos: los que creen que la culpa a todos sus fracasos vive dentro, y aquellos que solo saben buscarla fuera. Irónicamente, en la mayoría de los casos, suele aparecer en el lado descartado.
Quiero que sepas que yo.
Yo te aseguro que estaré donde tú estés, no fallaré,
reservame el mejor abrazo, iré aunque sea descalzo.
Si tu me llames mataré, destrozaré, me arrastraré
como se arrastran los lagartos,
iré aunque sea descalzo, pero iré.
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Feliz cumpleaños
¿Sabes? Había pensado en escribirte una historia triste, de estas desarmadas contra la cama, el techo que se viene abajo y el reloj no termina de callarse. Pero no es justo para ti, es tu día, dicen que el único día de tu cumpleaños en el que debes llorar, es en el que naces, los demás son para sonreir. Tampoco lo sería para mí, no me siento así, pese a todo, las cosas no estan tan jodidas y no siento motivos para salir corriendo, no de momento. Bueno, a lo que iba, ¿qué tal vas por allí? ¿hace frío? aquí ha llegado el otoño tío, ya da gusto taparse de noche y hasta duermo con calcetines. No es un otoño de esos de leña, barba y abrigo que te molaban a ti, pero bueno, hacemos lo que podemos. Por lo demás, el mundo sigue girando, aunque no para todos a la misma velocidad. Allá fuera hay un loco con coleta que está siempre enfadado y está haciendo temblar a medio país, los catalanes quieren irse (¿y quién no?), el Villarreal lleva semanas sin darme alegrías de verdad y casi nos morimos todos de ébola, pero al final solo fue una broma pesada. En casa las cosas no han cambiado mucho, Lenny tiene un colchón nuevo, ¿qué te parece? y yo en la misma cama, es de locos.
No quiero ser picajoso, pero ya te vale, cuarenta y dos añitos tenías que cumplir. Te fuiste rápido, como las estrellas del rock, así ni arrugas, ni canas, ni nada de nada. Ale, ahí, en todo lo alto, en el mejor momento. Así cualquiera. Pues aquí tienes 23 líneas y una canción, es tu regalo, es demasiado simple, lo sé, pero poco más puedo hacer, te empeñaste en ponérmelo difícil, eres un caradura. Pásalo bien allá donde estés, ¿vale? y no hagas mucho el capullo, que las resacas a los 42 no son como a los 20. Qué te voy a contar a ti.
Pues eso, un beso, capullo. Y feliz cumpleaños.
Una del maestro, tu (nuestro) preferido.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Solo sobreviven los cobardes
lunes, 27 de octubre de 2014
Tic, tac
Nunca es primavera donde tú creciste.
Sigues teniendo carita de pena,
pero no me mires con tus ojos tristes.
viernes, 17 de octubre de 2014
I just don't know what to do with myself
domingo, 5 de octubre de 2014
Y se hizo la música
Sin embargo, este fin de semana ha vuelto la única llave que despierta mi alma desde hace años, ha vuelto a sonar el despertador y la música lo ha llenado todo. Sentir, bailar, gritar, correr, reinventarse, volver a quererse (a uno mismo). A veces olvidamos que la vida son todas esas cosas trascendentales que despiertan nuestros sentidos, justo esas cosas que no se perciben cuando se es consciente. Vuelve a sonar la música y con ella los recuerdos, los pasados y los que vendrán, vuelve a sonar la música y con ella las ganas de no morir jamás. Y es que esta puta vida es demasiado corta como para no querer dejar huella.
Se apagan las luces, suena un bajo, un foco ilumina la voz que tiene el poder de llevarte al más allá, y lo hace. Se apaga la desidia y suena la música. Y volamos alto.
lunes, 29 de septiembre de 2014
36 días
jueves, 25 de septiembre de 2014
Aunque nadie lo entienda
domingo, 21 de septiembre de 2014
Por ti
que no es amigo de aceptar los roles,
que la luna le engaña cuando juega a contar verdades.
Colecciona billetes de metro usados,
suelas desgastadas de no mirar de frente,
de correr a tus espaldas.
Dice que ya no cree en ilusiones,
que no sale a la calle si no es para colgarse de tus piernas,
que no duerme pensando en si vienes,
que tacha los viernes
de un calendario que se desangra por sus venas.
Que no es por ti, que ya fue antes,
que siempre hay un yo que viaja delante,
que no muere de noche, que sale y no bebe,
que encierra silencios en medias verdades.
viernes, 12 de septiembre de 2014
#Gigantesenminiatura2
no huimos de ella, sino de nosotros mismos.
No extraño tus manos, tu piel, tu marca de colonia,
ni siquera esa estúpida colección de mañanas frías
en que convertías mi rutina rota.
Echo de menos esa versión de mi que ya no aparece,
ese porqué que estremece,
ese hoy sin ayer, que duda del mañana
y que no se arrepiente.
Qué difícil es estar a la altura
de un pasado cosido entre nieblas,
de una puerta que solo se cierra,
de las noches donde no existe tortura.
miércoles, 20 de agosto de 2014
Gigantesenminiatura #1
silencio en cada una de tus dudas
que hacen el ruido estallar.
Silencios que te envuelven y amenazan,
que te dejan llevar entre sábanas.
Atado a tus silencios quiero temblar
como aire que secuestra el sonido del mar.
Silencios que enamoran los días
en que no tienes fuerzas para saltar.
La vida breve y en tus silencios me quiero quedar.
viernes, 8 de agosto de 2014
Que pase el siguiente
No conozco persona que se resista a pasar sin llamar, hay derrotas merecidas que sientan mejor que casarse con la duda, y ellos lo saben, todos lo sabemos. Tienes ese don que te permite caminar sola sabiendo que siempre habrá alguien de la mano, nunca lo suficientemente dentro, nunca demasiado gris. Enhorabuena, vuelves a ganar y la ruleta no se detiene. Que pase el siguiente.
martes, 29 de julio de 2014
Laberintos efervescentes
Hoy por usted, maestro Joaquín.
Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad.
miércoles, 9 de julio de 2014
Piensa, luego existes
Supongo que, como todo en la vida, hemos cambiado. He cambiado. El que ahora escribe estas líneas poco se parece al que las empezó hace cinco años titubeando ante el abismo que se avecinaba en su vida. Aun así, muchas caídas después, no he perdido la ilusión al sentarme frente a un teclado y apagar las voces del mundo exterior. Sin embargo resulta imposible encontrar la motivación en los mismos temas de antaño y eso lo convierte en un reto. Un reto al que pienso seguir jugando.
Hoy te voy a proponer un juego. Solo vale si despejas la materia gris y le dedicas un par de minutos. Minutos sin prejuicios, minutos de esos de mente abierta para que las ideas puedan fluir y no rebotar en las paredes de esa cabeza acostumbrada a dejarse llevar por la rutina.
Piensa en tu problema más grave a día de hoy, en estos momentos. Aquello que no se va de tu cabeza, y si es algo pasajero, ingrávido, mucho mejor. Posiblemente no vaya más allá de esta semana o quizá la que viene, resulta un problema sí, aunque alguien pueda no entenderlo, para ti es importante y con eso basta.
Ahora cuenta los pasos que llevan desde donde estás leyendo esto hasta la puerta de la última tienda a la que has entrado hoy. ¿Pocos? Ahora piensa en todas y cada una de las personas que pueden vivir en ese camino. Todas ellas tienen ese mismo número de problemas, es más, seguro que hay al menos una que tiene un problema grave (de los que de verdad, de esos que no se cuentan) entre manos y aun así no ha torcido la cara cuando te la has cruzado. Pero con eso no basta, ahora vamos más allá.
Piensa en todos los kilómetros que has hecho viajando en tu vida, piensa en cada uno de los sitios que has visto, traza con los dedos una línea imaginaria y, uniendo cada uno de esos pedazitos, forma una larga cuerda. Ahora dibuja una circunferencia en tu planeta mental que abarque toda esa distancia. Enorme, ¿verdad? Pues supongamos que en todo ese espacio viven cientos, miles, millones posiblemente de personas, cada una de ellas con sus mañanas y sus noches, sus quehaceres y pesadillas, con sus noches de desvelo y sus gritos de rabia ahogada. Han visto accidentes, nacimientos, lágrimas y mañanas de ojeras tras noches que no acaban. La vida, esa que a veces olvidamos el precio que tiene, es la misma para ellos, la compartimos y lo más probable es que entre todos ellos, haya alguien que la quiera más que nosotros. Curioso, ¿eh? si es la misma que la nuestra y todos venimos del mismo sitio. Pues alguien, o quizás algo, le ha enseñado a quererse.
Ahora y para terminar vamos a cambiar el arriba y abajo por el delante y detrás. Piensa en los millones de años que han pasado desde que todo esto empezó a rodar. Piensa en que, mientras nosotros éramos la nada en su mayor expresión, han nacido, crecido y muerto civilizaciones enteras. Todas ellas con sus historias personales e interpersonales, posiblemente más interesantes y curiosas que las nuestras, pero eso nunca lo sabremos porque no van a venir a contárnoslo, espero.
Es enorme la vida, somos una diminuta partícula dentro de un universo tan exageradamente perfecto que no nos deja percibir más que sus imperfecciones y nos convertimos, a veces, en esclavos de ellas. Créeme si te digo que da igual si sale mal, si no llegas, si fallas, si te caes o te levantas, si no te creen o si no te encuentras. Solo cuenta para ti, solo cuentas para ti. Nunca sabrás nada de lo que ha ocurrido en la mente de todas esas personas que hemos contado antes, nunca sabrás si han sumado sus días como una montaña rusa de emociones o como una lista de la compra en el súper del olvido. Pero, ¿acaso eso importa? Al final solo queda lo bueno, lo que nos llevamos, lo que ganamos, lo que nos hace diferentes, lo que nos motiva a jugar para ganar. Al final lo que cuenta es lo que va por dentro, y lo que va por dentro sabe mucho mejor si lo vestimos de victorias. Relativiza la vida y disfrútala porque, ¿sabes? nadie te va a decir dónde está el final. Y siempre es mejor que nos pille cantando.
He visto luces en el bar
Creí que allí te encontraría
Soy dibujante temporal
Amante de la asincronía
He retocado aquellas noches
De vete, lucha y gana
De muérdeme y verás.
sábado, 21 de junio de 2014
Tarde en el cine
-Supongo que en el fondo todos preferimos el riesgo por la sensación que aporta el miedo al precipicio.
-Yo creo que nos aferramos a lo complicado porque nos da pánico que todo salga bien. Así, podemos vestir el final de excusa y nadie sale herido.
La película, como todas, terminó y el final se los llevó por delante. La sala y sus vidas se fundieron a negro.
domingo, 4 de mayo de 2014
Solo es otro Manual de Felicidad
1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
2. f. Satisfacción, gusto, contento.
3. f. Suerte feliz.
La Real Academia Española de la lengua define en tres acepciones aquello que la humanidad entera conspira para conseguir desde que el mono dejó de subirse a los árboles para empezar a caerse de ellos.
Son miles los libros que nos abordan cuando entramos a cualquier Fnac o librería con el argumento de encontrarla en cómodos pasos. Está a pie de calle el flujo ingente de psicólogos de moda que creen tener la clave para escapar de la rutina y encontrar la felicidad en cada esquina. Son millones los manuales, las estrategias, los pasos a seguir, los qués y los porqués que te inducen a saber cómo se es feliz y cómo no. Y la crisis no ha ayudado a cambiar esta realidad: todos creemos tener la clave para no sufrir, la llave que cierra la puerta de Pandora.
Pero te detienes a pensar y preguntas: ¿es físicamente posible definir algo así?, ¿somos acaso patrones cortados por el mismo molde?, ¿es mi felicidad la misma que la tuya? Y en el caso de que así fuese, ¿porqué rara vez reímos al mismo tiempo?
Digo yo que si existiera una definición precisa e inequívoca y un manual de escapismo que nos acercara a ese clímax de emociones cada vez que lo necesitemos, no habría nadie que se resistiera a hacer uso de él. La felicidad es, como la gran mayoría de las cosas que marcan nuestra esencia, etérea, personal, distinta e intransferible. El único truco que existe es encontrar dónde vive y no dejar que se escape jamás.
Para mí la felicidad es una mañana de domingo sin reloj, el primer baño del verano, una madrugada que escapa de las estrellas, el café de un viernes, la canción que cierra el concierto de aquel grupo, las primeras luces de abril y las últimas de septiembre, el primer minuto de enero, una sonrisa con la que no contabas, los segundos de espera hasta que arranca el tren, el abrazo que espera al salir de la estación. Pero, ¿sabes lo mejor de todo esto? que para ti será algo totalmente diferente.
Pero es eso, exactamente eso, lo que nos convierte en únicos e irrepetibles.
viernes, 11 de abril de 2014
La historia del quise y no puedo
No volverá.
No se fue jamás.
Cada recuerdo será
un desertor.
Quizás un error.
Cada pared, un vals,
una sonata fantasma
cada espiral,
en cada reloj,
duerme un temblor.
domingo, 6 de abril de 2014
Abril
Aprendió a huir antes que a rendirse, al fin y al cabo si no hay final, no es una derrota. Vendió hastaluegos a precio de saldo y se cosió una vida a base de decisiones tan enteras como cobardes.
Se enamoró de cada minuto por si no volvían a repetirse y soñaba con promesas de esas que no hace falta cumplir.
Las palabras que escribía no eran más que el veneno de una herida que no supo curar, la verdad solo quema cuando enciendes la luz. Tal vez por eso aprendió a vivir con las sombras de septiembre y moría cada mes de abril.
miércoles, 26 de marzo de 2014
Lluvia
Vestía sus tardes de café, manta y libro. Se abrazaba al vaho de la ventana mientras escribía en el cristal versos que no conducían a ninguna parte. Hay nombres que nunca se olvidan y nos convierten en esclavos de un recuerdo. Es curioso cómo la mente nos vende a bajo coste ante una mirada bonita.
Una noche salió a buscar un aliento que dinamitara su vida, cambiando silencios por minutos de más, defectos por gotas de sudor. Pero olvidó que la libertad ni se compra ni se vende, que los genes son tatuajes que no elegimos.
Aquella noche dejó de llover. Aquella noche empezó el otoño.
miércoles, 19 de marzo de 2014
Ingravidez
Ella era un piropo fácil que no sabía perder, una princesa de papá acostumbrada a no pensar. Él, un principio de ingravidez, la mancha en el currículum de la vida, un trago largo de sabor amargo. Se cruzaron sin trampas ni permiso.
-Dame dos noches y te convenceré de que el tiempo no es más que un estado de ánimo. - le dijo.
-Seguro que eres igual con todas.
Las sombras de la persiana en su espalda firmaron la despedida. El problema de los barrotes es que no entienden de libertad.
#Microrrelato1
martes, 4 de marzo de 2014
Mi vida sin mí
Dicen que adaptarse y aprender a aceptar la realidad nos hace más fuertes y a la vez más humanos. Nos entierra en esa trinchera que nos amedrenta de noche y nos cobija con silencios mal acabados los días de mierda y tormenta. Comienzas a olvidar qué fue aquello que nos hizo únicos, aceptas cambiar la quintaesencia de nuestras vidas por un seguro a todo riesgo que nos evite caídas. Aceptas que ya no volverán las líneas curvas, las carcajadas de madrugada, el temblor en las rodillas. A cambio: una mirada que ya no vuela pero te hace sentir cómodo, una bolsa de pipas y un banco de madera para ver pasar la nostalgia como un tren de mercancías a la deriva. A un lado la ráfaga de viento y al otro la pared. O saltas ahora o morirá el huracán. Pero ya no te importa, hace demasiado tiempo que te autoconvenciste de que es lo que toca.
Pero, por una vez, piensas en lo que pasaría si saltas. Cierras los puños y dejas que la gravedad haga el resto. Te planteas que, para una vida que te ha tocado vivir, mejor equivocarte a tiempo que morir en el intento.
Lonely, lonely.
domingo, 16 de febrero de 2014
Dame paz que pido guerra.
No es el despertador de un lunes de febrero bajo cero, sino la ducha caliente de media tarde, los espejos ahogados en niebla relajante. No es un domingo que muere bajo mínimos sino una oportunidad de reconocerse en las cenizas de la hoguera del sábado. No consiste en vestir de pretextos varados el puerto de tu vida, sino en dejar tu huella en cada paso para hacer que nunca muera en el olvido.
Una vez entendimos que vivir no era tachar nombres vacíos en el calendario que nos tatúan al nacer, ni siquiera seguir la hoja de ruta que nos indica el camino para no perdernos. La vida reside en el payaso que colorea una planta de pediatría, en la pregunta valiente que desata la tormenta, en el piano que suena en mitad de la guerra.
Te invito a pintarle caras a las cruces y cambiar las dudas por saltos. Saber que si fue es porque valió la pena, aunque hoy no lo entiendas, aunque nadie lo comprenda.
Esta vez en vez de disparar
parare el mundo en seco.
se comenta por el parque
que todo me empieza a dar igual,
igual me escapo a otro lugar
garganta y voz a cuestas,
estas avisada guapa
paga tu que yo me marcho sin pagar.
sábado, 1 de febrero de 2014
Déjalo ya, déjalo ya o se queda frío.
No es más que un grito.
Déjalo ya, déjalo ya o se queda frío,
cada momento tiene que ser especial.
Déjalo ya, déjalo ya o me quedo frío,
es un aviso más del huracán.
domingo, 26 de enero de 2014
Enero
La última luz muere y deja la calle vacía, pendiendo del hilo que teje la gravedad de cada uno de nuestros principios. Ya no seremos instantes nunca más y lo sabes, pero asumirlo es una derrota, un precio que no podemos pagar.
Yo, de momento, me conformaré con seguir andando por la cuerda floja sobre nuestros tejados, bailando cada vez que suene aquella canción, perdido en cualquier azotea. Mueriendo a tu salud.
De los cielos a la pólvora mojada
De la magia a la oscura esclavitud
Hace tiempo que no pienso en tu cornada
Hace tiempo que lo echo a cara o cruz
miércoles, 15 de enero de 2014
Carta a esos cerebros precarios.
Me considero un enamorado del viaje más que del destino y tengo claro que, pese a que ahora Alicante me tiene recluido temporalmente por asuntos académicos, lo antes que pueda recuperaré mi rutina de maletas, horarios, prisas, cafés y paisajes. Considero que para que una persona se conozca del todo a sí misma debe poder recorrer de memoria antes el andén de cualquier estación, que los pasillos del chino de su barrio.
Ahora bien, hay algo que cada vez me carga y me hastía más. Viajar debe ser un placer, una elección, un proyecto, una ilusión. Cuando confundimos viajar con emigrar tiramos por tierra el valor de cada sílaba de esa palabra. Estoy harto de oir que Gran Bretaña tiene un futuro maravilloso para nosotros. Me aburre leer una y otra vez que Alemania es la clave, que en Finlandia la educación es genial, que en ningún sitio te van a valorar tanto como en América, que Suiza y Holanda también son Europa, que podemos ser alguien allí. Estoy muy quemado de escuchar que comparen las cifras de los recortes con los realizados en Noruega o Italia, que nuestro fracaso escolar se evitará con medidas copiadas a Merkel o Hollande, que si aquí no te valoran, pues vete fuera, porque Europa somos todos.
No señores. Yo nací en un país llamado España. Yo nací en una tierra donde están algunos de los mejores médicos y científicos del mundo, en una tierra donde existen métodos de enseñanza avanzadísimos y ejemplares, en una tierra que trata a las personas como lo que son. Yo nací allí donde se cruzaron los caminos de las mayores civilizaciones de la historia, en una península plagada de ciudades increíbles que nada deben envidiar a ningun paraíso extraño. Allí donde puedes esquiar, bucear, recorrer bosques plagados de leyendas o bañarte en aguas cristalinas. Allí donde la comida y el clima son como el café de las mañanas, un motor de vida. En esta tierra viven personas preparadísimas, inteligentes, capaces y con millones de proyectos en la mente. En esta tierra la cultura se expande como el viento, ha visto escribir a algunos de los mejores escritores y poetas de la historia. Esta tierra ha compuesto canciones y ha rodado películas que son tatuajes en su piel, y otras tan mágicas como olvidadas. En esta tierra el deporte es más importante que las banderas y los himnos. El abrazo de un amigo no se puede pagar con dinero y cuando ocurre una catástrofe nos volcamos sin importar el cómo ni el cuándo. En esta tierra he aprendido a ser persona.
Mi mayor pasión es viajar, pero no quiero tener que hacerlo por obligación. No quiero tener que llenar mi maleta cambiando la ilusión del destino por la duda de si seré aceptado. No quiero tener que firmar mi rendición porque ustedes han acabado con todo esto. Señores políticos, banqueros y peces gordos, en esta tierra no sobran mentes brillantes, sobran ustedes que están dejando morir, golpe a golpe, una España por la que pelearon celtas, íberos, romanos, árabes, cristianos, franceses... Una tierra por la que nuestros abuelos perdieron una guerra en lucha por sus derechos. Una tierra donde no sobran personas, sobran sus cerebros vacíos, enfermos y codiciosos.
Solo les pido que, cuando piense en irme, sea para llenar mi maleta de ilusión y no de lágrimas. Solo les pido que nunca se me cierren las puertas.
Está de vuelta uno de mis grupos favoritos. Hoy toca por ellos.
Baila
Baila que hoy lo vas a partir
Tienes el record de derrotas
Tienes el record de salir
Dejando las caderas rotas
Mientras te marcas un James dean.
lunes, 6 de enero de 2014
Veinticinco páginas.
Desde entonces he visto crecer, morir y reinventarse al mundo más de una docena de veces. He dejado de creer en lo que me rodeaba en tantas ocasiones que he perdido la cuenta. He aprendido a querer, he convertido en sueños un billete de tren. He descubierto que el valor de las cosas reside en el significado que le otorgues, simple como un portal en invierno, nervioso como el corazón de una maleta.
Hipotequé mi adolescencia a una ciudad desconocida y un horario de cercanías. Vendí mi primera experiencia docente a una jaula de hipocresía para almas desnudas. He dormido de madrugada en un coche mientras al otro lado de la puerta se apagaba el motor que me alimentaba de vida. He recorrido Madrid de punta a punta buscando una oportunidad de reencontrarme. He salido más de lo que he entrado. He visto el mundo reflejado en distintos ojos. He echado de menos hasta perder el sueño.
Y hoy, ya ves, me queda una familia que no tiene precio, un puñado de amigos expertos en contarle mentiras a la vida para que podamos seguir riendo, unos bolsillos casi vacíos y un álbum de recuerdos que pesa lo inimaginable. Por eso, este año solo prometo ser fiel a esa historia, porque estar a la altura de quienes te han hecho crecer es, a veces, lo más complicado de la vida. Este año, me conformo con seguir haciendo de mi vida un cuento diferente.
Feliz dos mil catorce.
No he venido a recordarte tu belleza.
No he venido a dedicarte un rock & roll.
Pero no soy uno más aunque lo quieras.
Maldita sea la vela del barco de tu voz.