lunes, 13 de diciembre de 2010

Diciembre

Mi vida se va tiñendo de de una sosegada sonrisa a la hora de enfrentarse al mundo, consciente de lo que ello supone. Asumiendo cada esquina de la realidad que hoy me ve despertar cada mañana, tan lejos de todo lo que siempre tuve, tan lejos de las calles donde siempre me he perdido que todavía guardan mi propia esencia.
Qué lejos siento todo, qué sensación tan extraña la de seguir nadando a contracorriente en un mar de dudas, de tropiezos vestidos de ilusiones y con la sensación, cada vez más intensa, de que mi vida nunca volverá a ser lo de antes. Perdido y sin rumbo claro, pero disfrutando de cada segundo que me regala el reloj aquí en Madrid.

Dicen que la naturaleza mantiene una estabilidad que equilibra la balanza y hace que no nos perdamos, que no salga sempre cruz, que no ganen los malos. Los precios a pagar duelen, y a veces son demasiado caros, pero sólo levantando la cabeza se ve el final del paisaje. Hacía tiempo que no salía el sol, pero ya ves, hoy vuelve a amanecer y sólo me importa bañarme en tu mirada. Me agarro fuerte a tus ojos para no perderme. No tengo nada más, ya no me importa nada más. Pase lo que pase, has marcado mi vida para siempre.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Día gris


Hoy no será ese día que recuerde con una sonrisa cuando mire hacia atrás con el calendario en la mano. Parece que a veces el despertador no deba sonar. Estoy convencido que hay días en los que algo, un pequeño punto en esa cadena infinita de engranajes que se ponen en marcha a diario para que tu mundo funcione, se rompe, y se lleva con él la estabilidad y el ritmo sosegado del pasar de los minutos, para convertir esas malditas veinticuatro horas en un espejismo de infierno que no desaparece hasta que vuelves a cerrar los ojos. ¡Que se pare el mundo, que hoy me bajo en marcha!
En fin, dulces sueños.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Esa imagen recorría cada palmo de mi mente sin darme tregua ni respiro. No lograba apartarla por más que doliese y es que sentía como mis pasos cada vez me alejaban más de una realidad que no me pertenecía, para sumergirme en una desidia autónoma y controlada, hecha por y para mí. Carecía de sentido mirar a mi alrededor y disimular que todo seguía importándome. El mundo ya no era mío y no sabía donde esconderme. El eco de tu voz atronaba en mi cabeza como un viento imperturbable que va cerrando cada puerta que encuentra a su paso, dejando tras de sí una soledad que no alcanzaba todavía a comprender. Mis pies confundidos me llevaban a toda prisa hacia alguna salida, pero el mundo como un laberinto hecho a medida no me dejaba escapar.
Y es que hoy me doy cuenta que realmente sí existe una sonrisa más allá de donde me soltó tu mano y me niego a aceptar que te hayas ido, porque mientras sigas en mi cabeza, tu corazón no dejará de latir.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Ahora


Sentir que el tiempo se detiene en el instante en que me cruzo con tu mirada. Ahora cuelgo del hilo que separa tus ojos de la realidad y todo se inunda de sentido. Puedo jugar con el destino a inventarme miles de argumentos por los que no cambiaría por nada cada segundo que siento tu aliento. Ahora todo es de verdad, y el mundo se dibuja como un simple decorado ajeno a nuestras miradas. Inconsciente de que tu mano y la mía son la única fuerza que mueve este jodido planeta. Quiero abrir la ventana y gritarle al mundo que hoy me quedo aquí, me quedo contigo. Que no importa lo que pase fuera, que ahora estás tú, y ya no existe nada más.

martes, 2 de noviembre de 2010

Otro mes sin ti

Hoy no puedo ser valiente, hoy me da por recordar. Siento ese temblor que me anuda la garganta cada vez que veo tus ojos perderse una y otra vez. Siento que nunca te has terminado de ir. Se me traban las palabras cada vez que me preguntan por ti, no soy consciente de que ya no estás. Ignoro cuantas mañanas quedan por despertarme sabiendo que no volverás, que seguiré sin oir tus palabras de ánimo, tus bromas, tus chorradas... Ese mundo que era nuestro y nos arrancaron de golpe. Hoy me miro al espejo y lloro al sentirme demasiado pequeño sin ti. Ahora sigo yo tu camino y te prometo que todo saldrá bien. Tú creíste en mí, y con eso será suficiente.

La vida no espera, no avisa, ni se hace tu amiga. La vida es un juego con una partida. Nos trata de tu, nos grita y nos mima. Nos reta, nos pone un examen al día. La vida es la única que manda en la vida. La vida no es tuya. Ni tuya ni mia. La vida es la vida, nos pone y nos quita. La vida no es tuya. Ni tuya ni mia. La vida es la vida, nos pone y nos quita.

jueves, 14 de octubre de 2010

Creo en...


Creo en los imposibles. Creo en que la mente humana está por encima de límites físicos y racionales. Creo en seguir un sueño allí donde el viento lo lleve. Hay días que despierto y me siento una de esas personas que no pertenecen a ningún lugar, que no tienen dueño. Alguien me enseñó una vez que no somos de nadie, que no tenemos más ataduras que las que crea nuestra mente, y mientras sigamos sintiendo que el mundo no se queda pequeño bajo nuestros pies, seguiremos siendo libres.
Creo en las miradas sinceras, en la eternidad de un segundo, en lo efímero de un para siempre. Creo en todas y cada una de las mentiras que se dicen para despertar una sonrisa donde no queda nada. Creo en que todo el mundo debería dejarse caer al vacío sin paracaídas alguna vez para descubrir sus límites, la esencia de uno mismo. Creo en esa sensación de delirante fragilidad que sentimos al arriesgar, creo en el futuro imperfecto. Creo en la imperfección de lo ilógico. Creo en la lógica de cada locura.
Y creo que pase lo que pase, e independientemente de su final, habrá valido la pena.

lunes, 4 de octubre de 2010

Despertar


Despertarme y descubrir mirando por la ventana que el frío se ha colado en mis huesos y parece querer quedarse a vivir por un tiempo. Sentir que el octubre ya baña las costas de mi piel con su textura ténua y fría, con su olor a chapuzón en café y soledad sin más premisa que la de saberme vivo un año más. No sé qué durará este sueño ni qué cojones hago yo buscándome la vida a cuatrocientos kilómetros de mi casa, sólo tengo un poco de prisa y muy poco tiempo para comprender que, tal vez sí, sea mi última noche a este lado del mapa. No soy consciente de lo que puede significar este otoño en mi vida, ni de los pasos que le quedan por recorrer a mis zapatillas. Pero eso sí, hoy tengo muchas partidas que ganar por delante. Por mí y por cada palmo de mis sueños.

lunes, 27 de septiembre de 2010

veintidós :)

Y hoy pasa una hoja más del calendario de mi vida. Los dos patitos pasean por mi mente manteniendo el equilibrio entre millones de recuerdos que dan sentido a todos estos años. Nombres, lugares, olores, momentos que ya nunca volverán y han ido escribiendo letra a letra cada página de ese calendario.
¿Y si me tuviera que quedar con algo de este veintiuno? Las lágrimas ganan por goleada a las sonrisas. Ha habido grandes momentos ¡pero a qué precio!. No, no será la edad que siempre recuerde. No será el mejor año de mis recuerdos, no sonreiré cuando me venga a la memoria cuanta putada trajo ese maldito número.
Pero ahora todo es diferente. El año nuevo empieza con más fuerza que nunca, seguro de mi mismo, seguro de que esta vez es la buena. Seguro de que todo saldrá bien. Seguro de que eres tú lo que necesitaba. Eres el mejor regalo que podía soñar, y no te dejaré escapar. Cueste lo que cueste. Me das esa paz que lo envuelve todo. Esta vez es la buena.
Será un buen año, lo presiento :)

jueves, 23 de septiembre de 2010

A oscuras


No enciendas la luz, déjame caminar a oscuras. Déjame sentir como se deslizan mis pasos en la nada. Dame la mano, recorre el infinito sin mirarnos a los ojos. No te engaño, sé más de ti ahora mismo que en cien días escuchando tus historias. Te siento tan cerca que me quemas. No enciendas la luz, ya estamos los dos.

Vuelve el otoño


Porque un punto final siempre es tan suculento como frío. Me invade un vacío penetrante al pensar que nunca más volveré a sentir esas sensaciones. Quizá sea ese el motivo por el que no pienso despedirme. Una puerta que no se cierra del todo te da la posibilidad de abrirla algún día. Un resquicio de luz al otro lado del marco es una llave a un futuro teñido de recuerdos. Quién sabe las vueltas que da la vida. Tal vez por eso nunca aprendí a despedirme.

Hoy pierdo una parte de mi piel. Lejos del miedo que sentía cada vez que imaginaba un futuro sin todo esto, ahora me despierto con la seguridad de que todo saldrá bien. Mi vida por delante sigue según su curso. Las puertas se abren al compás del traqueteo del tren que nadie sabe dónde llevará, pero hoy no me asusta subir en él. Siento que nada puede salir mal, es mi vida y la dirijo yo. Hoy vuelvo a ser el director de una película que sólo está empezando. Menos mal que has vuelto, querido septiembre.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Dos gotas se caen al mar

Te invito a darme la mano y huir lejos de todo este barullo. A romper a jirones cada trozo de la realidad que nos persigue. A mentirnos delante del espejo. A creernos que es gratis soñar. Te invito a cerrar la herida de la que colgamos cómplices de nuestros propios deseos.
Hoy todo me está grande, hoy sólo te comprendo a ti.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

...y cuando las estrellas salen
ya estoy colgado del jirón de un sueño,
el mundo entero no me vale,
ayer por la noche me estaba pequeño.

martes, 31 de agosto de 2010

treinta y uno de agosto


Y sin querer las dudas se convierten en sueños y los miedos en poesía.

El verano se marcha haciendo lenta la espera ante el abismo de inseguridades que se avecina al otro extremo de la página del calendario. No tengo ni idea de qué puede pasar, intento coser palmo a palmo un edredón de quehaceres que cubran mi rutina, una base sobre la que todo tenga sentido un año más.

Me nubla la mente el airecillo fresco del otoño que asoma tras la puerta del 31 de agosto. Hoy parecía que el cielo se había empeñado en recordarme que ya se ha ido todo lo que daba sentido a este verano y no queda otra que esperarle a que se decida a volver. Tal vez dentro de 10 meses, quien sabe.

Silencio, frío, rutina y esa sensación de extraño bienestar. Ese encanto que sólo tienen estos meses y que contrarios a la dulzura del resto del año, cada vez me parecen más enigmáticos. Nada como una novela que empieza en septiembre. Nada como un amor al compás de los días de otoño. Me da miedo y me gusta a la vez. Será que me pierdo en ese abanico de marrones... Otra vez.

martes, 24 de agosto de 2010

Velocidad inestable.

Ahora los días pasan fugaces. Me paro frente a la venta mientras el mundo se acelera en una constante espiral de amaneceres y prisas tejidos en horas que no atienen a razones. No sé qué me queda ni qué dejo atrás en cada paso hacia el horizonte. Realmente suena el despertador y se clava como esa cruz roja que va acortando el calendario. Calendario que no lleva hacia ninguna parte.
El único respiro al que me agarro es bañarme en tus ojos, mientras todavía nos quede tiempo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Pasan las horas.

Tan dulce como un susurro al oido. Llegaste de improvisto haciendo volátil cada pensamiento que te rodeara, tiñendo de colores el traje informal de mis amaneceres. Decidiste acabar con la tranquilidad de aquella rutina haciéndola tan intensa que nos salpicara cada segundo impregnado con nuestras miradas. Nos perdimos en un río de sonrisas que nos dejó a la deriva, sin nada a lo que agarrarnos. Y hoy veo como te alejas pintando de colores oscuros lo que en su día brillaba con fuerza. Y hoy ves como me alejo borrando a mi paso los motivos por los que creímos en todo, por los que nos caímos por el abismo con esas manos tan llenas de algo que nunca alcanzamos a entender, pero que bañaba de sentido cada locura.

Sin embargo no dejan de pasar las horas, se van amontonando como piedrecitas frente al mar. Siento que necesito volver a creer en algo que me incite a sentir esa fuerza que tumba problemas con un simple suspìro. A encontrarle sentido a los abrazos llenos de olor que perduran en la mente como alfileres manchados de sueños que van tejiendo mi memoria. Necesito seguir sintiendo, vivir mecido por las olas de ese mar junto al que se amontonan las horas. Contigo, o con quien haga falta.

martes, 10 de agosto de 2010

No llores.


Y entonces ocurrió. Vestida de pasión te alzas ante mi como un universo incompleto, infinito y brillante. Tan embriagador que cuesta mantener el pulso, disimular que no tiembla la respiración, conseguir mantener la mirada sin romperse en mil pedazos. Tus ojos clavados en la mente para siempre. Te prometo que no lloverá lo suficiente nunca para olvidar esa mañana. Parece ridículo pensar que podría encontrar la magia en un truco tan difícil, en un algo tan imposible. En un mundo que se desvanecía al ritmo de los días, a la vez que cobrara tanta fuerza que asfixiaba.

Ya no queda un perdón, no hay espacio para volver, el camino es tan largo que nos hemos perdido y no sabría ser capaz de desandar cada paso. El principio está tan lejos que prefiero quedarme, aunque me da miedo andar, seguir. Dejar que los pies se deslicen uno tras otro con los ojos cerrados sin saber donde llevan, por la suave inercia que nos ha llevado hasta aquí. Pero no tengo otra salida, sólo puedo andar, ya no me das alternativa. Te cogería la mano tan fuerte que me bastaría para dejarme caer. Sería capaz de pender de un simple hilo por que no desaparecieras, tu mano.

Tantos sueños, momentos, miradas llevan tu nombre que se queda pequeño el mundo para que puedas entenderlo. Sólo tus lágrimas inundan ese universo.

No te ahogues, no llores, no sufras. Lo que sea por verte sonreir, cueste lo que cueste. Te lo prometo.

martes, 3 de agosto de 2010

Buenos días


Te levantas de la cama de golpe, no tienes prisa pero algo te acelera el pulso. Cierras el cajón definitivamente porque sientes que ya no queda nada más que guardar. Qué irónico, ¿verdad? hace un rato estaba la cama llena de recuerdos, de historias, de sueños y promesas que caían por todas partes imposibles de ordenar. De repente ya todo tiene poco sentido, o eres tú quien no se lo ve. En fin, eso no importa.
Te vistes con lo primero que ves, y coges las cosas sin pensar. Necesitas salir fuera y que te de el aire. La puerta queda atrás con un portazo y bajas las escaleras a toda prisa.
No hay nadie fuera, es demasiado pronto todavía. ¿o demasiado tarde? da igual, empiezas a andar y notas como todo va quedando atrás. Cada paso es una mirada menos, una llamada, un mensaje, una foto que se pierde en el recuerdo. La brisa de la mañana te recorre el cuerpo formando escalofríos de hielo y azúcar, de limón y nata. Nada hace tanto daño como el pasado, y nada da tanto miedo como un futuro que se despega de tu imaginación formando figuras incompletas. Sólo queda un presente que todavía estás a tiempo de dibujar si no te da miedo. Toda la vida era demasiado tiempo para esperar, incluso para alguien como tú.

lunes, 2 de agosto de 2010

Hermanito hermanito...



Siguen pasando los días y se va alargando la cuerda, cada vez está más tensa y siento tu ausencia como se evapora y la inhalo por todos mis poros. Es raro, te lo prometo, te siento lejos y a la vez parece que sigas en todas partes. Me inundas con tu presencia sólo de imaginarte. Por más que pase el tiempo no te vas del todo, y sé que nunca lo harás. ¡Joder, qué difícil es todo ahora! Te prometí que siempre estaría contigo y ahora eres tú quien no puede abandonarme.

Qué poquito nos faltó para creernos que existe el futuro, que la vida acaba sonriendo. Qué cerquita estábamos ya de comprender que soñar vale la pena si crees en ello. Cómo nos gustaba jugar a imaginar que nada nos unía más que toda la puta vida caminando juntos. No estarás sólo me decías, no me dejes a mí. Eres tú quién se tuvo que ir deprisa, quien me soltó la mano. Pero sé que sigues aquí, y allí, sé que estás en cada recuerdo, en cada pensamiento. Sé que la luna seguirá jugando con nosotros como cada mañana de verano, y que nadie borrará las pisadas que hicimos en la arena. Eras parte de mí. Ahora sigo caminando solo... Pero te echo de menos.

martes, 27 de julio de 2010

Desplazamiento vertical


Y entonces saltas. Es como cerrar los ojos y sentir que la gravedad se desvanece como una pompa de jabón que explota cuando soplas. Sientes que el aire pesa tan poco que tu cuerpo es sólo una marioneta que se vierte al vacío. No sabes qué pasará, ni siquiera imaginas qué habrá al final de la caída. Es tan dulce la sensación que te faltan sentidos para el resto de cosas que suceden alrededor. El mundo se encoge en ese instante eterno en el que tus pies ya no tocan el suelo. La brisa te acaricia el cuello y los párpados se mecen en el vaivén de la caída. Nada importa fuera, ya es tarde para volver y queda un mundo por delante. Al fin y al cabo si no salto yo, me acabaría cayendo.
Y bueno, ¿me cogerás?

sábado, 17 de julio de 2010

¡Sube conmigo!


Cuando una persona desea realmente algo, el universo entero conspira para que pueda realizar su sueño*. Pero los trenes pasan una vez en la vida y no puedes dejar que salga de la estación antes de subir. No hay más oportunidades de vivir cada segundo que se agota, y no seré yo quien los deje huir. Hoy me siento vivo, hoy me apetece subir a todos los trenes para perderme en cada uno de sus destinos.

*El Alquimista, Paulo Coelho.

domingo, 11 de julio de 2010

No me sueltes

No sé donde lleva todo esto. Realmente he perdido el timón de mi vida y todo se vuelca en un vaso vacío a la deriva de mis instintos. Un baño de sensaciones que me dejan desnudo delante de un espejo intentando imaginar cómo se puede salir de este laberinto sin cerrar ninguna puerta.

Las duchas son más frías cada día y el teléfono no suena, no con esa llamada al otro lado. Me arrancaron lo que más valoraba en mi día a día y ahora sueño con recuperarlo convertido en esa utopía que todos deseamos y que me alimenta cada amanecer. Sigo contando las horas y descontando números en el calendario que va apagándose al ritmo que huye este verano de mis dedos como la arena de la playa.

Y en esta locura apareces tú y me llevas lejos. Detienes el mundo y lo haces tan pequeño que ya no cabemos en él, le das una pausa a contracorriente y amenazas con hacer cada instante infinito. No sé donde lleva todo esto, pero no me sueltes. No me sueltes.

jueves, 10 de junio de 2010

Otro dia mas.


Sigue amaneciendo, ya ves. No dejan de pasar los dias y a pesar de todo el mundo no se ha cansado de girar. Ajeno a tu ausencia y a mi dolor de cabeza, el sol sale y se pone a diario, burlon y dulce a la vez. Tal vez tenga razon y no quede otra que seguir sonriendole a la vida, aunque no pare la lluvia.

Y entonces llegas tu. Dibujas en un trocito de papel una vez mas todos mis principios, y los haces pedacitos tan pequeños que ni yo los recuerdo. Y me llevas contigo. No importa las vueltas que le de. De nada sirve prometerme frente al espejo que no pasa nada. Claro que pasa. Pasas tu y no dejas nada en pie. Me quemaria contigo. Te morderia hasta el ultimo centimetro de la piel y te arrastraria tan lejos que no supieses volver. Te prometo que me aprenderia de memoria cada palmo para no olvidarlo nunca.

No vale, juegas con ventaja. Sabes que contigo he perdido todas las partidas. Y lo peor es que las seguiria perdiendo siempre. Solo por que fueras tu la que jugase.

domingo, 30 de mayo de 2010

Vacío


Y entonces salgo a la calle. Brilla el sol con toda su fuerza y no me deja respirar. La luz es tan intensa que casi me ciega. El color, los olores, la vida colman la ciudad sin dejar esquina libre de esa perfecta metamorfosis que es el final de mayo y el casi principio del verano. Es paradójico porque la primavera pasada cambió mi vida, y esta vez tampoco ha querido irse de vacío. Pero ahora los cambios duelen demasiado. Mi vida por volver atrás en el tiempo. Todo lo que tengo por un rato más contigo, por otro consejo tuyo, por un abrazo, por una llamada.

Llega la noche y me asfixio al meterme en la cama. Son tantos los recuerdos que por más cajones que abra no sale ese aliento de calma, no existe tregua que me deje descansar. Hay imágenes que nunca podré borrar de mi mente y tú has grabado a fuego muchas de ellas. Sólo deseo que allí donde te hayas ido sigas tan orgulloso de mí como siempre estuviste. Porque nunca me fallaste, y te prometo que yo tampoco lo haré.

...adiós con el corazón que con el alma no puedo...

jueves, 27 de mayo de 2010

Adiós

Y de repente te vas.

El camino era largo, era extraño. Llevaba años sin pasar por allí. No soy supersticioso, ni siquiera creo que existan lugares malditos, simplemente enigmáticos. Volvía a encontrarme las caras con el destino después de cinco años. Parecía casi olvidado lo que dolía, estaba casi seguro de que las esquinas de la rutina habían convertido todo en un recuerdo. Pero hoy me vuelves a llevar allí. Hoy eres tú quien me acompaña para no volver jamás. Tú, joder! TÚ!

Miles de nombres, de miradas, sueños, esperanzas y lágrimas, millones mueren y han muerto entre sus silenciosas calles. Me siento extraño, perdido. Su paisaje es casi una metáfora de mis sentimientos. No puedo controlar la respiración ni la fuerza, no puedo ponerle freno a todos los pensamientos que se me acumulan velozmente en la cabeza. Soy incapaz de mirar a los ojos a quien cree apoyarme y darle las gracias, porque realmente no entiendo ni qué hago allí. Posiblemente todavía no he entendido que te vayas, no sé aún el porqué ni qué implica que me dejes tan solo. No comprendo los motivos de tu marcha, ni siquiera sé si existen.

No sé qué decir. No sé a dónde ir. Sólo sé que ya no estás. Ya no volveré a verte, a creer contigo que todos los sueños se cumplen. A darte un abrazo y saber que sólo contigo estoy en casa. Sólo sé que el teléfono dejará de sonar con tu voz al otro lado. Que ya no estará quien movía cielo y tierra por que yo no sufriera. Quien solucionaba cualquier problema a su manera, pero siempre para verme sonreir. Ya no está el loco, el problemático, el diferente, el que todos querían pero nadie comprendía. Te has ido tan deprisa... Al mismo ritmo que viviste siempre, en una eterna carrera, creciendo, madurando, cayéndote y levantándote tan frenéticamente que cuando los demás llegaban ya no estabas. Y ayer, cuando llegué yo, cuando pronuncié tu nombre al oído y te supliqué que no me dejaras, hacía rato que te habías ido.

Te prometo que todavía te necesitaba. Hubiera dado cualquier cosa por que te despertaras y te levantaras de aquella puta cama llena de tubos. No podías irte, todavía no, todavía te necesito para vivir. Si tú te vas me quedo demasiado solo. Me juraste que nunca me ibas a abandonar, y hoy te pierdo a ti, y me pierdo yo. Me dejas cuatro fotos y millones de recuerdos que ni siquiera soy capaz de asumir. Lo siento, perdóname. Siento que no sé vivir sin ti.

Hasta siempre tete.
Te quiero.

jueves, 6 de mayo de 2010

Volver


Salió de casa con la cara todavía empapada. No eran ni las ocho y faltaba un buen rato para entrar a trabajar. Aquella mañana el agua estaba menos fría que de costumbre y perdió la noción de tiempo y espacio bajo el grifo de la ducha. No iba a ser un día normal, y lo intuyó nada más despertar.

Con la soledad bajo el brazo abrió el portal y se marchó rumbo a ninguna parte. No quería más compañía que el sonido de sus pasos y ese vaivén de coches y personas que aisladas del mundo ajeno sumergen sus vidas en esa bendita rutina. Ir caminando al trabajo dando una vuelta por las calles desconocidas de la ciudad era, a priori, una idea sugerente.
Necesito estos ratos de soledad como una maldita droga, sólo perdiéndome me encuentro a mí mismo.
Estás loco, mira que eres raro.
No te falta razón.

Fue entonces cuando la vió. No era la misma que aquella mañana de septiembre. Los años habían hecho huella en su cara y no quedaba casi nada de la niña de dulce mirada. Habían llovido mares desde la última vez, y estaba casi seguro de haberla olvidado. No tenía sentido, ella no pintaba nada allí, era ridículo, ¿por qué ahora? ¿por qué después de tanto tiempo? ¿por qué a él? Era sólo un jodido pasaje guardado en un viejo cajón de su vida, una de esas cosas que vives y crees que forma parte de un sueño, que durante ese corto espacio de tiempo, el reloj se paró y el mundo dejó de girar. Pero ella volvió a aparecer y esta vez, no tenía prisa.
Va, no pienso decirle nada, seguro que ni se acuerda de mí. No seré tan estúpido de creer en las casualidades, no lo voy a hacer. No, no lo pienso hacer.

-Hola... ¿tienes un minuto?

sábado, 1 de mayo de 2010

Hoy no

Demasiadas cosas para pensar en tan poco espacio de tiempo.
Fuera está lloviendo y cada vez con más fuerza. No lo entiendo, esta mañana el sol no me dejaba respirar y ahora todo está del revés... pero ¿sabes? no me da la gana de seguir viviendo así. Me voy a dejar llevar con la lluvia. Quiero deslizarme hasta el fondo de algún lugar donde me quieran esperar. Voy a volar hasta cruzar el horizonte que no me deja ver más allá. No voy a guardarme ninguna sonrisa, ni nadie me la va a quitar y es que hoy, los problemas me vienen demasiado pequeños.
Hoy me siento a mí mismo y me quiero. No he nacido para llorarte. Nunca he sabido tirar mi tiempo con películas de bajo coste, y es que para vivir bajo la prisión de mi propia conciencia, prefiero no vivir. Voy a hacerme unas zapatillas con mis recuerdos y no voy a dejar de andar, lleve donde lleve el camino. Hoy usas una talla demasiado pequeña y creo que no me viene, creo que nunca me llegaste a entender. Buscaré un par de consejos con mucho hielo y respiraré hondo.
Hoy necesito volver a ser libre. Hoy necesito seguir siendo yo.

domingo, 25 de abril de 2010

Eres


Ya se que no debería pensar y sin embargo pienso. Es inútil soñar y ya me ves, aferrado a mi almohada. Preguntándome a mí mismo si tal vez algún día acabará esta locura y podré volver a respirar. Aunque en el fondo creo que echaré de menos esta falta de calma, esta incertidumbre y el nerviosismo expectante que la alimenta.

Te mentiría diciéndote que puedo contar ovejitas cuando me desvelo a medianoche y que eres lo último que me viene a la mente. Te mentiría si te dijera que puedo vivir sin mirar atrás ni a los lados y que en mi bola de cristal que llamas pasotismo, no existes, o no te invento. Eres un motivo para sentir y una excusa para soñar, y pienso agarrarme con las uñas a cada momento para que mis días a días hayan valido la pena. No vas a desaparecer como viniste ni yo me voy a marchar sin haber llegado. Es el precio a pagar por llamar a la puerta.

martes, 20 de abril de 2010

Declaración de principios


No me gusta esperar en balde. No suelo contar las horas del reloj para que después se me resbalen de las manos sin darme cuenta. Creo en los sueños más allá de la lógica, pero recojo verdades cada vez que me despierto bañadas en evidencias. Me gusta tumbarme a imaginar cómo sería mi vida "si..." para evadirme de la realidad durante un rato, cuando creo que ésta no me atrae. Acostumbro a recordar cualquier momento anterior como idílico aun sabiendo que en el momento fué tan complicado como éste, y a pesar de todo, sé que éste también será maravilloso cuando ya le haya pasado unas cuantas hojas al calendario y quede atrás.

Suelo reconocer que no tengo manías, pero en el fondo tengo una colonia para cada momento, una canción para cada lugar, un camino de vuelta a casa para cada día y hasta para cada estado de ánimo y una ropa para según a quién vaya a ver. Personalizo cada momento, cada sitio y cada persona, y nunca llego demasiado tarde, sólo en el momento preciso. Valoro cada detalle como diamantes en bruto y tallo cada uno de los míos para que también los sean. Cambio de estado de ánimo con una simple frase tuya y hasta soy capaz de darle la vuelta a la Luna por una sonrisa. Pero siempre me reencuentro conmigo mismo cuando me voy a dormir y nadie me escucha, y sólo entonces me doy cuenta de que algunas mentiras, en el fondo siguen siendo dulces por el simple hecho de darnos un poquito de vida.

Pero, ¿sabes? lo peor es que creo que nunca llegarás a descubrir todo esto en primera persona. y es que siento que tal vez llegaste demasiado tarde a nuestra cita.

jueves, 15 de abril de 2010

Nos escaparemos lejos, te lo prometo...

Parar el ruido, detener el tic-tac con un simple chasquido. Que ya no corriese el tiempo, que nada perturbara la calma. Un silencio acogedor con un millón de sensaciones a la vez que explotan ajenas al devenir de los demás. Que el mundo no sepa de qué hablamos, que nadie imagine el porqué de las cosas, que nadie sepa que no hay más universo que el nos apetezca pintar. Vente, vamos a huir de la gente, vamos a parar el tiempo, vamos a vivir.

...Y esque tú sigues siendo ese trocito de calma que me aleja de la realidad, que me llena la boca, que espero sin querer.

domingo, 11 de abril de 2010

Que me arrastre el viento...

Calor, sol, luz, sensaciones, vida. La primavera ya llegó y siempre viene acompañada de un haz de vida que la hace indescriptible, inigualable y si, especial. Me encanta. Mañana seguirá saliendo el sol y van quedando lejos los dias oscuros, lluviosos donde sólo te apetece quedarte calentito en la cama. Ahora toca sentir, toda creer, toca vivir y me hace ilusion el simple hecho de llevar dentro ese aliento especial de primavera que altera la sangre y hace ver la realidad desde un ángulo más amable.

Se multiplican los nombres, las caras, las sensaciones, los recuerdos, los momentos. No quiero pensar, no voy a pensarte. No quiero tomar decisiones, dejo que sea el viento quien me las vaya formulando. No me apetece ser ni tener más. No quiero volver ni mirar, no quiero decidir, sólo necesito seguir el camino, me lleve donde me lleve.

...quiero que me arrastre el viento, como un trozo de papel, revolcarme por el cielo y no caer... y no pensaar.. tan solo quiero no pensar...

sábado, 3 de abril de 2010

Lejos


Me han dicho que si le pides un deseo a una estrella fugaz antes de que desaparezca, se te cumple. ¿Y si mi deseo es que nunca desaparezca?

Te prometo que hoy contaría todas las estrellas por ti. Pararía el tiempo, pintaría tantos amaneceres como sonrisas me des. Mira que lo he intentado, mira que hay veces que me recreo en mis recuerdos, en mentiras, en ilusiones o simplemente le hago caso a esa parte de mí que dice vive y no pienses. Pero cuando vuelvo a reencontrarme conmigo mismo y con mi conciencia vuelvo a acordarme de ti y a quererte, por absurdo que sea. Quizá sea el hecho de que me seduce demasiado la idea de lograr algún día eso por lo que estoy (estamos) luchando tanto tiempo. Será a lo mejor que nunca he sabido darme por vencido y sólo dejo de sentir cuando ya no late mi corazón y no cuando mi mente lo ordena. Será que soy un tonto más que, cuando nadie le ve, cree en los imposibles. Pero hoy vuelvo a quererte, aunque ahora estés muy lejos de aquí.

lunes, 29 de marzo de 2010

Primavera

Y se va marzo. Volátil como hoja que va donde la lleva el viento. Sin marcar ni un antes ni un después, sin quedar en la memoria. Por qué será que los primeros meses del año se suelen ir más rápidos que el resto y apenas dejan recuerdos. Un pequeño trozo de mis esperanzas se van con él y no darán media vuelta, acabarán perdidas en el olvido dulce de un sorbo de café, de un cubata con ron, con mucho ron.

Ya suena cerca el estresante palpitar de las campanas de primavera, de abril y mayo, el calor, la luz, el aire, la vida. El miedo, mi miedo. La primavera como palabra tabú que me obsesiona y hace tambalear cada parte de mi cuerpo con el dulce soniquete de sus sílabas: pri-ma-ve-ra. El último recuerdo qe guardo de ella es una de las épocas más increíbles de mi vida, completamente lleno, tan lleno que con el tiempo me pasó factura, demasiado peso para tan poco tiempo. Nos volvemos a ver las caras y esta vez sabes que me dejo llevar. No me comeré el mundo otra vez, no puedo con más digestiones, espero que él no me coma a mí.

Y mientras mañana volverá a amanecer y tú tan lejos como siempre, en ese vaivén de emociones que te hacen volar al tiempo que te hunden en el mar, en el fondo del mar. Y yo aquí, temiéndote y temiéndome. Sentado en la cama con la mirada perdida, en pijama y sin calcetines. Qué cara, qué estúpida expresión, menos mal que ya no estás tú...

jueves, 25 de marzo de 2010

Recuerdos tristes


Maldigo aquel septiembre y todo lo que se llevó por enmedio. Maldigo todo lo que pasó después por el simple hecho de que ya no volverá. Maldigo cada mañana, cada tarde, cada viaje y cada espera. Maldigo cada sonrisa que olvidé creyendo que todavía estabas. Maldigo cada mota de polvo que cubre mis jodidos recuerdos dejando claro que sólo son eso y no volverán. A veces todavía te necesito demasiado y es que he aprendido más de ti desde que te fuiste, desde que te saqué de mi vida, que durante todos los años que te quise cerca. Maldigo el último abril que me volvió loco. Me maldigo a mí por no saber quererte y te maldigo a ti por no abrirme los ojos. Por más ojos que mire, por más labios que sienta no hay unos como los que me enseñaron a querer. Todavía no hace un año y siento que ya te estoy echando de menos para toda la vida.

¿A quién vamos a engañar? tu nombre sigue maltratándome la conciencia cada vez que dudo de si éste puto mundo está así de loco, o soy yo quien no tiene sitio en él. No sin tu mano.

Me pierdo en cada golpe que da la manecilla del reloj y me taladra el subconsciente creyendo sentir que el mundo ha vuelto a tener el mismo color desde aquel día. Me mata la sombra de aquella llamada y aquel lo siento, no voy a ir, no creo que vaya más, es lo mejor. No hay una maldita olor que mejore la tuya, aunque me desviva buscando. No hay nadie como tú. No te puedo mentir. Y lo que más miedo me da es sentir que el horizonte no te dibujará más, y yo cada vez me siento más emborronado. Hoy he vuelto a tirar la moneda y ha caido del lado de la soledad.

lunes, 22 de marzo de 2010

Sólo quien se rinde...

"Sólo quien se rinde pierde". Como la pequeña voz de mi conciencia que decide darme una tregua en mi inspiración y me incita a seguir, un graffiti con esa frase atrona en mi mente cada domingo por la tarde. Es ese rato a la semana en el que me encuentro conmigo mismo, siempre el mismo paseo, siempre el mismo suelo, el mismo cielo. Las mismas luces a lo lejos, la misma campana que resuena en alguna iglesia que no conozco, pero que me recuerda domingo a domingo que ha pasado una semana más. Y siempre esa frase de vuelta a casa, como un hilo conductor que va hilvanando cada lunes, y el martes que le sigue y así hasta llegar al último día, y luego vuelta a empezar. Como ese golpe de ánimo que inconsciente espero junto al vaso de leche caliente antes de dormir de cada noche de domingo.

Quizá por eso hoy sigo creyendo que soñar tiene valor cuando no sólo lo haces con los ojos cerrados. Quizá por eso hoy te rindes a la evidencia de la suerte y te siento más cerca de mí, más lejos de aquello en lo que creías que era lo correcto. La vida a veces envuelve las caricias en balas de plata y sólo si te pierdes encuentras la salida más amable. No te voy a dar lecciones de nada, no soy más que nadie, ni sé algo que tú no sepas. No quiero prometerte una vida de ensueño, sólo te ofrezco los míos, que aun perdidos, todavía siguen siendo la sangre que hierve en mis venas. Todo lo que me queda. Mi mundo.

domingo, 14 de marzo de 2010

Prefiero soñarte.


...ella despierta con cara de sueño. El pelo alborotado, los ojos medio cerrados y el viejo pijama sin embargo hacen que tenga un encanto especial, aún y así está guapa, y yo me siento cada vez más pequeño a su lado. Nos esperan Madrid, Barcelona y un sinfín de destinos, hay tantas promesas en el aire que me falta hasta el oxígeno. Es casi perfecto tenerte delante, tan cerca, queriéndome como si no hubiesemos despertado todavía de ese sueño. Como si el tiempo siguiera sin contar y no existiera más realidad que la nuestra. Cada palmo de su piel es perfecto, cada milímetro un argumento para seguir y mi vida por no perderla jamás.


Prefiero imaginarte, prefiero soñarte, allí todo es idílico y no hay rumores, conciencias ni problemas triviales que me alejen de la realidad que busco. Ni tú eres imposible ni yo un loco. Ni tú eres una loca, ni yo persigo imposibles. Somos dos historias con un final que desconozco, de las que ni siquiera me atrevo a mirar la página siguiente por si para entonces ya no me acuerdo de leer. Me das tanto miedo que te necesito.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Diferentes universos

Y será que no estoy acostumbrado a jugar este rol. Será tal vez que nunca he sabido ser el dulce romántico que lucha por su amor y cree contra viento y marea en enamorarla, en enamorarte. Más acostumbrado a que me busquen, más acostumbrado a aparecer cuando no me esperaban y a desaparecer en el mejor momento, demasiado tarde, pero pronto todavía. No sé estar ahí demasiado tiempo, necesito seguir caminando, me ahogo entre cuatro paredes. Sabía desde el primer momento que acabaría pasando, sabías que no era como el resto del mundo. Era un juego arriesgado creer que saldría bien. Quizá tú tengas toda la vida para esperar el momento diez, para hacer bien las cosas. Puede que así valores más lo que tienes, los momentos, nombres y personas, y les des a cada uno el tiempo que merecen, yo no. Al fin y al cabo tu vida va más despacio, interpretas el mundo a tu manera. Puede que yo no sepa vivir a esa velocidad, puede que me desespere y para cuando abras los ojos ya me haya ido. Mi melodía suena más allegro de lo que a veces quisiera, mi mente vuela demasiado rápido. No sé ir despacio, no sé enamorarte poco a poco y ganarme mi lugar. Soy diferente a ti. Somos diferentes universos. Pero, aun así, te prometo que he creído en todo esto con todas mis fuerzas, y hasta ese día donde ya me haya ido sin darnos cuenta ninguno de los dos, seguiré creyendo en nosotros.

martes, 9 de marzo de 2010

Imagina...


Imagina una fina pasarela, un largo y estrecho pasillo que se abre justo encima de la nada. Se precipita ante un abismo infinito. No hay nada delante, no hay nada a los lados, no existe el suelo. Cierras los ojos y levantas los brazos perpendiculares al cuerpo, formando una cruz casi perfecta. No sientes nada. Dejas caer el impulso del cuerpo hacia adelante y apoyas el primer pié. Ya has dado un paso. Ahora el segundo viene seguido de la inercia, y con él el tercero, el cuarto y los demás. Es más fácil mantener el equilibrio con los ojos cerrados, no eres consciente de los factores que te pueden hacer perderlo y sólo piensas en el siguiente paso. Ya van diez y empieza a llover. Sientes las gotas resbalar sobre tus párpados y rodar por tu mejilla hasta perderse. Dicen que cuando dedicas todos tus sentidos a una misma situación, liberas tu mente y descansas de todo lo que tienes en ella. Tus problemas se evaden y sólo importa no perder el equilibrio.

Ahora ya no llueve, empiezas a sentir un calor arrogante. Sientes que algo cálido está cerca, y a cada paso lo notas más intenso, llegas casi a quemarte pero no dejas de andar. Te cojo la mano y de un salto bajamos de la pasarela. Ya no existe ni abismo ni infinito, ni calor ni lluvia. Es un martes cualquiera, suena el despertador y ni siquiera estamos juntos. Marzo y sus mañanas congeladas te invitan a quedarte durmiendo pero el mundo y tus problemas te siguen esperando ahí afuera.


Sólo es un sueño, pero me encantaría cruzar esa pasarela. No pensar, evadirme del mundo y que no exista nada más. A veces siento que el mundo es tan complicado como queramos hacerlo y que si hoy me apetece sacar mis rotuladores y dibujar un paisaje lleno de luz, mañana amanecerá el cielo radiante. Fíjate, todavía creo en los sueños, y eso que los amontono en el fondo de mi armario casi sin abrir. Algún día tendrán valor, estoy seguro.

domingo, 7 de marzo de 2010

Si yo te contara

...todas las cosas que llevan tu nombre, lo que me ahoga cada mirada tuya, lo que cuesta respirar cuando tú eres tú y yo soy tan pequeño... No lo pones nada fácil, siempre supe que me dolería sumergirme en tu olor. La huella de tus zapatillas es a veces demasiado profunda. Pero ahora estoy dispuesto a seguir, supongo que ya es demasiado tarde para rendirse, me has atrapado. No te rindas tú tampoco.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Como una mañana sin sol


Como un príncipe sin reino en un castillo sin bandera. Como esperar en la estación de madrugada un tren que salió hace horas con destino a no volver. Como un café a medias con la soledad en la penumbra de una cafetería vacía. Como ese olor a colonia que te llena de recuerdos y cuando te giras ya se ha marchado, fugaz como la persona que lo llevaba. Como el agónico sonido del despertador de un lunes, un lunes lluvioso. Atrapado en el tic-tac de un reloj que sonríe burlón sabiéndote lejos. Así estoy yo sin ti.


Así estoy yo, así estoy yo sin ti...

domingo, 28 de febrero de 2010

Domingo.

Resfriado, casi sin fuerzas, muerto de sueño, pero contento. El fin de semana me deja maltrecho, sin descansar y sin las pilas preparadas para empezar toda una dura semana. Pero eso sí, ha valido la pena. Sin un ratito para descansar en dos dias y medio pero con un montón de buenas cosas por hacer. El domingo culmina una buena semana que, en sensaciones generales ha satisfecho mis necesidades. Con él termina mi semana de escribir día a día y ciertamente, me ha gustado, es una divertida forma de expresar mis desahogos diarios y de evadirme un poquito encontrándome conmigo mismo. Me gusta.

Volar por encima de todo y de todos. Creer que no hay barrera tangible ni conciencia prudente que nos limite en nuestro viaje. Pensar en aquellos rincones que anhelamos y llegar hasta allí sin más premisa que soñar. Me encantaría volar. Me encantaría volar contigo.

sábado, 27 de febrero de 2010

Sábado. (Despiértame)

Podría dibujar mi sábado con largas descripciones que denotasen lo intenso que está siendo, todavía por terminar. Podría hacer hincapié en la pesada resaca que todavía aguanto de la noche de ayer, o denotar lo orgulloso que estoy de la goleada de mis chavales. Como esos, hoy se van sucediendo los planes y, literalmente, sin tiempo para descansar, ahora vuelvo a irme a un concierto que llevaba meses esperando. Lo cierto es que la semana ha bañado el sabor agrio de la pasada, y lo ha convertido en un dulce olor a buenos momentos. Podría también contarte que, a pesar de todo lo ocupado que estoy, no consigo sacarte de mi mente y aun a ratos vuelves con esa sonrisa a mis recuerdos. Fíjate, no le faltaba intensidad y argumentos al día para llenar esta entrada y varias más.

Pero hoy creo que no es el momento de todo esto. Hoy hay algo más importante lejos de aquí que está por encima de cualquier anécdota de mi día a día y que merece una reflexión. Merece un minuto de cordura y un recuerdo que le dé la importancia que realmente merece a lo que sucede. La tierra se enfada. Sí, señores, el mundo está sacando sus rencores guardados y está golpeando durísimamente a la sociedad, al planeta. La tierra llora y con un pataleo terrorífico está dejando sin hogar, sin medios, sin alimentos y sin vida a miles, miles, miles y miles de personas. Hoy es Chile, pero sólo es una pieza más en la cadena de desgracias. No hay forma de parar el desastre y, cuando todavía no han dejado de aparecer en las noticias las imágenes de la tragedia, nos sorprende con otro hachazo a la conciencia y otro puñetazo sobre la mesa del planeta que nos hace temblar de miedo. Todo tambalea y se van cayendo las piezas como un castillo de naipes sin forma posible de pararlo. Faltan efectivos, aunque no dejan de multiplicarse, para ayudar a tanta víctima. Hoy es un día triste, otro día más, y el juego no se detiene. No vale de nada llorar y toda ayuda es poca. Ojalá despertásemos de ese sueño y todas esas personas que ven como un segundo negro se lleva todo lo que tienen por delante, pudieran volver a sonreir. Hoy creo que hay algo más importante que tú o que yo, hoy el mundo vuelve a temblar, y lo peor es que no tiene pinta de tener suficiente.

No quedan sueños,
los ha arrastrado el mar.
Te deja seco,
te quita hasta el hogar.
No veo nada,
no queda ni un papel.
No vale nada...

Despiertame,
di que paraste el tiempo y nada sucedio.
Y acuestate,
vuelve a contarme el cuento donde acaba bien.

Y ahora lo pienso,
y veo la razon.
Que triste es esto,
la tierra se enfadó.
Las rocas suenan
hay llantos de perdon.
Los cuerpos pesan...

Despiertame,
di que paraste el tiempo y nada sucedio.
Y acuestate,
vuelve a contarme el cuento donde acaba bien.
Despiertame,
que paraste el tiempo y nada sucedio.
Y acuestate,
vuelve a contarme el cuento donde acaba bien...

viernes, 26 de febrero de 2010

Viernes.

Como el sabor de un café recién hecho a las 08:15 de la mañana. Los cinco días terminan con la amarga sensación de sentir la derrota de quien quieres, quizá más de lo que sabes, y no puedes verla mal. Todo saldrá bien, estoy completamente seguro, los buenos siempre ganan. Y aunque todo se nuble y nada parezca claro, te ayudaré si hace falta a pintar un sol, un colegio o un universo donde más te guste. Te lo prometo.

Cinco días extraños. Cinco días completamente diferentes a los últimos cinco vividos, cinco balas de oxígeno cuando ya entraba en coma. Cinco miradas al cielo que se iba despejando con el paso de las horas. Fíjate qué casualidad, la semana pasada llovió de lunes a viernes y ésta, mira tú, no se ha ido el sol ni media horita en toda la semana.

jueves, 25 de febrero de 2010

Jueves.

Con el sabor en la boca a ensaimadas que no hemos llegado a probar pero que nos las imaginábamos tan deliciosas que casi alimentaban tan solo de pensarlas ha empezado la mañana de un jueves que, esta vez sí, ha valido la pena. Parece que el huracán de pelo negro y delantal verde, que acosaba mi tranquilidad laboral y mi confianza la semana pasada, ha decidido cambiar de planes y simula haberse olvidado al menos un poquito de mi persona. Ya no sé si por total desconfianza que ya ni lucha por que haga lo que ella quiere, o porque realmente confía nuevamente en mí. Sea la una o la otra, vuelvo a sonreir en el cole.

Tiene nombre y apellidos el día, no puedo negarlo. Sabes que hoy no ha sido un día más y, aunque en el fondo todo siga siendo una imaginación fruto de los sueños de un ilusionista juguetón y cansado, que encandila nuestras mentes y las echa a volar, hoy me iré a dormir pensando en ti. Ya ves, no ha sido tan fácil apartarte con el tiempo. No es tan fácil no mirarte si ahora ya no quiero ver nada más.

Parece que el destino no se ensaña conmigo y no le tiembla la mano a la hora de perdonarme. Después de la tormenta ha llegado la calma y, si nada lo estropea mañana, vuelvo a sonreir y esta vez con energías renovadas. Será que me ha sentado bien eso de escribir cada día. O será que ya me tocada una de suerte, ¡que no he sido tan malo!

Dulce viernes.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Miércoles.

Sí, yo tambien la echo de menos. Parece que ninguno de los dos hemos tenido suerte, o se nos ha escapado sin hacerle demasiado caso. Puede que ahora sea más feliz sinceramente, prefiero no saberlo. No creo que se pueda querer tanto a alguien como yo la quise, no creo que ella se enamore igual de nadie más, era diferente y ella lo supo, hasta el último día. La melancolía es un licor bien caro, ya lo dijo Amaral, y parece que ahora me ha emborrachado. No creí que me dolería tanto verla tan lejos como la veo ahora, ahora que ya no se acuerda, ahora que alguien ha difuminado mi recuerdo en su mente y lo ha disfrazado de nuevas ilusiones. Ya ves, vuelvo a perder. Yo, el que siempre empezaba las partidas ganando, el que tiraba de los hilos y creía dibujar a mano alzada lo que necesitaba, ahora vendo mis dibujos sin que ya valgan nada.

El miércoles por lo general ha ido bien, no mejor que ayer, pero sí en esa línea ascendente que al menos, no me tira para atrás cuando me despierto por las mañanas. Ojalá todo vaya mejor mañana, mejor todavía.

Al final me va a gustar y todo eso de ponerle letras y conciencia a los días de esta semana.

martes, 23 de febrero de 2010

Martes.

Parece que sí, hoy ha sido un día positivo. No una maravilla, pero dentro de la locura, siempre se agradece una pizca de lógica. Me ha gustado el martes, no lo voy a negar, he tenido motivos para sonreir más de una vez y las penas duelen menos cuando estás a gusto. Hay personas y motivos suficientes para que conciliar el sueño hoy no sea un reto. Ya queda un poquito menos para el viernes (bien!) y para el sábado (bieen!).
Feliz miércoles!

lunes, 22 de febrero de 2010

Lunes.

No, ya no te acuerdas.

Tierra trágame. Vaya lunes, parece que no sale el sol estos días por más que lo busque. Qué ganas tengo de que pase ya todo, de huir lo más lejos posible y olvidarme de todos estos golpes que la vida parece que me debía. Cada vez más harto, cada vez más cansado, cada vez más solo, cada vez más de vuelta de todo y de todos. Pero ¿hasta cuándo...? Tengo un límite, lo sé y no tardará en llegar.

Ya no creo en los cuentos de hadas porque parece que dejé pasar el mío. Como viajes de ida y vuelta ahora me duele el daño que hice. Qué lástima haber aprendido demasiado tarde, qué lastima que todo vaya tan deprisa. Qué lástima extrañarte ahora que ya no existes.

domingo, 21 de febrero de 2010

Igual tú ni te acuerdas...


...pero fíjate que tontería, yo hoy te echo de menos.


Las campanas de la iglesia replicaban de fondo, y sus golpes amargos se confundían con la voz de Sabina que sonaba en mis cascos. Como cada domingo acaba la semana y me deja el sabor de perder una batalla más contra el mundo que, una vez más, ha sabido cómo jugar y ganar sin despeinarse. Ha sido una semana dura, han sido golpes casi tan fuertes que me han dejado perdido y lejos de todo. Casi como una pesadilla de la que quiero despertar cuanto antes, pero el hecho de irme a la cama otro domingo más no me da ninguna seguirdad de que mañana vaya a salir el sol. Un sabor de boca agrio, un olor a recuerdos de inviernos dorados. Quizá por eso, en esta esquiva soledad, en el sabor frío a derrota lenta pero inminente, te echo de menos y rompo con mi promesa de no volver a llamarte nunca más.


Ya ves, una vez más me equivoco y aun sabiendo que ya no queda nada más que lejanía y una carpeta llena de cartas viejas, vuelvo a pensar en ti. Todavía no he sabido superar las hostias de la vida sin tus consejos, ya ves. Y necesito volver a verte, necesito oirte. Creo que, si todavía me dejas, iré a buscarte, aunque sólo sea para escuchar de tus labios que merezco tropezarme y que me caeré solo. Aun así, a ratos, todavía creo que nada es imposible y me gusta soñar con la incertidumbre de mi futuro.

jueves, 18 de febrero de 2010

Desaparecer.

Desaparecer, sólo eso. No ha salido el sol en toda la semana y tiene pinta de que el invierno no ha hecho más que empezar para mí. No hay claros en este cielo, de repente todo se viene abajo y me faltan manos para controlar la caída al abismo. Todo en lo que creía desde hace meses, todos mis esfuerzos, esperanzas o perspectivas se difuminan con el fulgor de las horas. Parece que no haya puerta o ventana que de un haz de claridad y cada paso es una zancadilla. El trabajo, el equipo, todo se desmorona. Ahora ya no funciona nada, todo pende de un fino hilo que no me sujeta, me corta, me hiere. Me quema el tic-tac del reloj y llevo días en los que cuento lo que falta para meterme en la cama desde que suena el despertador. Parece una broma pesada, un macabro juego de títeres en el que con unas cuerdas mueven el decorado que me rodea y lo hacen temblar. No pinta nada bien el horizonte y sólo pido un algo de calma que me ate a la cordura. No entiendo nada, me pierdo en el vaivén de las ideas, lo positivo, lo negativo, lo que vuela, lo que era y ya no és, lo que prometía y se deshace, lo injusto y lo vacío. No sabía que era tan caro el precio a pagar por luchar por tus sueños en un mundo que te tiene tomada la medida. Quizá he pecado de ilusionista, de mago que juega con la realidad y la amolda a sus deseos, para que con el tiempo todo acabe derritiéndose al calor de un escondido sol de febrero.

Sé que me acabaré levantando y que la vida tiene que darme muchas más oportunidades. Allá donde tenga que llegar iré con la lección aprendida y un poquito más desengañado con mis sueños y con mis anhelos de una realidad que imaginaba tan perfecta, que me corroe comprobar que no llega a ser ni siquiera una sombra de la misma.

Desaparecer, hoy sólo necesito eso.

domingo, 14 de febrero de 2010

Adiós Carnaval


Nunca fue mi fecha señalada en el calendario, todo hay que decirlo. Carnaval no ha sido siempre más que otra excusa para darle un giro a la rutina, casi siempre con poco éxito. Este año, no ha andado demasiado lejos y, aunque me lo he pasado bien, no me da pena que se quede atrás. Eso sí, me ha despertado unas ganas incontenibles de que lleguen mis queridas Hogueras y con ellas el verano que parece quedar ya tan lejos.


La semana termina al ritmo de Quique González y con una resaca considerable. Madrugar después de no dormir, no es demasiado aconsejable y el domingo ha amanecido mucho más duro que de costumbre. Un día de San Valentín sin demasiado que celebrar. Estos años nunca le dí importancia a este día, símplemente te demostraba lo que te quería en el mejor momento y lo veía como una simple fecha más, una estrategia comercial. Ahora que no estás se me clava un poquito en el corazón.


Nada suena tan apagado como una noche fría de un invierno palpitante. La ausencia se convierte en desesperación cuando escucho los compases de esas canciones. Sus ritmos burlones bailan al son de letras que me vuelcan la conciencia y te echan de menos. Hoy la música es otra excusa frágil para no soñar. Mañana volverá a ser lunes, y la ciudad ya se ha ido a dormir. Me iré yo también.


Feliz semanita.

sábado, 13 de febrero de 2010

Piensas


Podrías estar en cada paso que doy, en las sombras y en las pequeñas luces que iluminan pero no calientan. Podrías pensar que tal vez deje de llover cuando vuelves a mi mente y que el invierno no es más que una excusa para no salir de la cama si pienso en ti. Quizá creas que la luna ha escuchado de mi boca miles de historias y que cada noche pasan horas hasta que me duermo imaginando que el camino es más estrecho y no tiene fin cuando vamos juntos. Probablemente el tacto de tus dedos en mi piel es una forma de energía que ya quisieran muchos expertos utilizar. En el fondo, sabes que no hay nada como querer y no poder, como el peligro de lo que está tan lejos que puedes tocarlo pero quema, muerde, mata. Igual sientes que tal vez sea una mentira, una película sin guión establecido que como todas tiene un final, aunque no le guste al público. No te puedo engañar, no quedan tan lejos de la realidad todos tus pensamientos.

Pero, ¿y qué? puede que algún día ganemos un Óscar, o dos...

miércoles, 10 de febrero de 2010

Tal vez algún día...

...te cuente todo sobre los viajes que cada noche hacemos tú y yo. Quizá llegue el momento en el que sepas que hemos ido más lejos de lo que se puede imaginar. Que hemos vivido aventuras, hemos conocido horizontes, y ha ido saliendo el sol, noche tras noche. Y tú, seguramente todavía ni siquiera lo imaginas.

El mundo es de otro color, y no duele tomar decisiones cuando tú y yo volamos juntos. Los trenes nunca llegan tarde, ni se van demasiado temprano. Los amaneceres no son fríos, y las noches nunca lo suficientemente largas. No hay relojes, no hay tiempo ni distancias. No existe nada más en ese universo personal. Es dulce, simplemente porque estás tú. Simplemente porque es un sueño, y mis sueños todavía llevan tu nombre. Aunque tú no lo sepas.

domingo, 7 de febrero de 2010

Domingo rosa


Hoy el día ha sido diferente. Sinceramente tenía miedo de volver a encontrarme con tu mirada, hacía quizá demasiado tiempo desde la última vez y los meses pesaban casi tanto que me quemaba la idea de verte y no saber como reaccionar. Ahora ya he vuelto y ha terminado el domingo, y todo lo que llevaba consigo. Cinco meses se convierten en una eternidad y me he chocado de cara contra una realidad que tenía casi olvidada. Tú.

Reconozco que no he sido consciente de lo que te echaba de menos hasta que te he tenido delante, hasta que contigo las horas pasan como minutos y el tiempo parece que se detenga. Cuando no existe un nada más allá y es imposible pensar en otra cosa. Puede que cinco meses hayan hecho que lo que era especial en verano hoy fuera casi mágico y no existieran ni miedos, ni dudas, ni nada que pensar. Creo que no tengo casi con nadie tanta complicidad como contigo y casi lo había olvidado. Hoy eras más tú que cualquiera, y he vuelto a perderme en tu mirada. Donde no sé nadar solo, donde ninguna es demasiada distancia, y donde los sueños no quedan tan lejos.

No sé si eres tú o soy yo, o ese algo que existe desde que nos conocimos. No sé si contigo puedo ser más yo mismo que con nadie, y conocerte me hace cada vez más daño, porque parece casi imposible borrarte aunque pase el tiempo. Eres demasiado tú, tienes demasiado de eso que necesito. No sé, supongo que hoy he vuelto un poco más perdido de lo que me fuí. Perdido en tus ojos y en millones de ideas que vuelan hacia alguna parte. Espero que algún día estés tú al final de ese camino.

viernes, 5 de febrero de 2010

Vuelve

Porque sigo creyendo que queda demasiado camino por andar, y aún no estoy cansado. Porque sé que no todo está escrito, que todavía hay páginas en blanco. ¿Qué me dices?

martes, 2 de febrero de 2010

Volverás, te esperaré


Hoy te has ido, una vez más. Desde que te conozco no dejas de ir y volver, no he dejado de despedirme de ti desde aquellas tardes cuando sólo era un pequeñajo y tú el espejo donde reflejarme. Quizá por eso aquella vieja canción que dice algo así como adiós con el corazón que con el alma no puedo... Sigue llevando tu nombre desde que me la cantaras de niño.

Siempre fuiste el ojito derecho de mamá, siempre el niño problemático. Siempre aquel que traía de cabeza a todos y que dejó de estudiar por trabajar en lo que más le gustaba, aunque fuera a escondidas. Siempre a hostias con la vida, siempre en boca de todos. Nunca sentaste la cabeza, nunca dijiste un lo siento, simplemente vivías, te dejabas llevar, pero siempre salía mal. Siempre por la puerta de atrás, siempre el malo del cuento.

Nunca han creído en ti, pero ya ves, tienes ese algo que te hace especial. Ese algo que te hace haber tenido más amigos en tu mano un momento cualquiera de los que cualquiera puede reunir a lo largo de toda su vida. Ese algo que hacía que cuando llegaras a casa, sólo se escuchara tu nombre. Ese algo que enfadaba a mamá porque tú eras todo en lo que yo creía, y porque pisaba a ciegas por donde tú me decías. Ella siempre prefirió que yo me fijara en el mayor, en el bueno, el correcto, pero tú siempre has sido distinto, mi hermano favorito, mi guía. Quien marcaba el camino que no se ha de pisar, pero que tanto me gustaba.

La vida te ha dado golpes, uno tras otro, cada vez más duros, pero siempre sales, siempre estás ahí, siempre llega el día en el que vuelves, y mírame, todavía sigue haciéndome ilusión cuando llamas al timbre, igual que cuando tenía ocho años. Igual que aquellas tardes donde nuestra habitación era una nave espacial, y en cualquier playa teníamos un tesoro escondido. Aunque pase el tiempo y yo ya no sea aquel renacuajo ni tú mi hermano loco, aunque la vida nos lleva a los dos por caminos diferentes, por caminos raros.

Sé que me quieres con toda tu alma. Que pondrías tu vida en juego por salvarme de la más simple tontería. Sé que no confías en nadie como en mí y que lloras cada vez que nos despedimos. Sé que no te atreves a decirme a la cara que te vas, nunca has podido, y que te da miedo que un día me olvide de ti. Que te da miedo que acabe rompiéndose ese lazo que nos hace inseparables, y que darías todo por conservarlo. Pero no te preocupes, sigo aquí, y esperaré a que salgas de ésta. Todo irá bien, y aún nos quedan infinitas batallas que ganar juntos. Sabes que puedes confiar en mí, sabes que yo nunca me iré. Por que, al fin y al cabo, sigues siendo mi hermano favorito. Y tu corazón siempre será donde me miré y nunca dejaré de hacerlo. Te quiero tete. Hasta pronto.

domingo, 31 de enero de 2010

Domingo




Hoy el domingo sabe a recuerdos, sabe a carreras hacia la estación, a interminables mañanas entre tus sábanas, a cruasán con leche. Hoy el domingo me trae el aroma de tu ropa y ametralla mi cordura con lágrimas que no puedo evitar dejar escapar. Hoy el domingo me hace pagar el caro precio del adiós, y me recuerda que no soy nadie desde que no eres tú.

El atardecer se hace esperar cada vez más, las farolas comienzan a encenderse y puedo contemplar la ciudad entera que parece medio adormecida, supongo que será la fiebre del último día de la semana, el calor de saber que mañana vuelve a ponerse a cero la cuenta, que llega el lunes, pero todavía quedan unas horitas.

Una magia hace diferente esta tarde de las demás, veo miles de casas, calles y luces que adornan bajo un manto de miradas los rincones de Alicante. El cielo en lo alto se me antoja infinito, cada vez más oscuro y más intenso. Creo que casi puedo tocarlo y me evado de la realidad por un momento. Siento que el mundo hoy se me queda pequeño, que necesito volar hasta allí donde nunca he estado, hasta allí donde viven mis mejores recuerdos. Necesito ser libre por encima de nombres, cuerpos, obligaciones y esperanzas. Hoy nada es suficiente para contenerme y me leo indescriptible, en un idioma extranjero. Hoy el mundo no está hecho para mí, hoy no soy más que otra sombra en la apacible tarde del domingo.

sábado, 30 de enero de 2010

No dejes


No dejes que me pierda, sólo te pido eso.
No dejes que el mundo sepa lo que esconden nuestras miradas.
No dejes que se me vaya el tren.
No dejes que me baje en otra parada.
No dejes que se me haga de noche estando solo.
No dejes que despierte con otro olor, con otra piel.
No dejes que el viento me lleve lejos.
No dejes que el tiempo te difumine.
No dejes que te pierda, no te pido nada más.

miércoles, 27 de enero de 2010

Me gusta como eres


Como una barca de papel que cuando se moja se hunde
como una manzana que al morder la cabeza me confunde
como una veleta que se mueve y al viento no obedece
...me gusta como eres.


Como la balanza que mide el tiempo, la soledad y el silencio
como un agujero en el cielo por donde se van los sueños
como esa cesta que tanto cuesta llenar y que se vacía al momento
...me gusta como eres.
Como una herida en el corazón que no me duele
me gusta como eres
como una ventana que al cerrar deja correr el aire
una niña, una madre, una mujer en mi vida.


Como una nube cargada de agua que moja la tierra seca
como la manta que me protege cuando el invierno llega
como esa vela que se prende y me rescata de la oscuridad
...me gusta como eres.

Como la calle que siempre me lleva a ese sitio al que quiero llegar
como ese bar en la carretera en el que me paro a descansar
como esa península sin bandera en la que me siento libre
...me gusta como eres.

Jarabe de palo - Me gusta como eres

martes, 26 de enero de 2010

Cómo hablar...

Podría decir que es como si hubiera encajado la pieza que hacía que nada tuviera demasiado sentido. Como si se marchitaran las dudas, las tensiones, las miradas frías, la incertidumbre y todo fuera más relajado, más pausado, más dulce. Has cambiado el silencio por la ternura de tu mirada y lo envuelves todo en una magia que hace casi imposible no dejarse llevar. Me encanta vivir así, aunque no sepa hacia donde me llevas...

P.D. Ánimo míster, la vida da golpes tan duros que duelen quizá mucho más de lo que merecemos, pero acabarás mirándole de frente al destino y abriendo nuevas puertas. Un abrazo!

domingo, 24 de enero de 2010

¿Y si me ayudas...


...a construir un universo con plastilina y dulces sueños?

No me preguntes porqué pero tengo ganas de gritarle al mundo que sigo vivo y esta vez ha sido él quien ha perdido la partida.

Hoy le he preguntado a mi sombra si le apetecía seguir soñando con tu olor y la huella que dejan tus zapatillas, y me ha respondido con una sonrisa. Supongo que todo tiene un límite y que el camino es tan largo como lo que tú quieras andar, y hoy me siento cansado. Tan cansado que me apetece mirar hacia adelante y no pensar, sólo quiero no pensar. Me da igual si sale bien, si no sale. Sólo se trata de vivir, y no pienso seguir regalando mis horas de sueño y mis caras tristes a tus recuerdos.

Quizá es fallo mío por regalar sueños a quien no tiene alas. Pero no me hagas mucho caso, podemos dibujártelas juntos. Luego rendiré cuentas con la almohada.

miércoles, 20 de enero de 2010

Incomprensión

Porque cada vez entiendo menos al mundo, y dudo que él me entienda a mí.
Déjame vivir a mi manera, eso no hace daño a nadie...
Sólo quiero creer en lo que siento y la vida ya me enseñará sus cartas poquito a poco, no voy a decidir yo cuando parar de jugar, estoy cansado de hacer lo correcto.
Sólo quiero sentir sin más.

lunes, 18 de enero de 2010

Día del revés

Hoy no puedo más, hoy estoy harto. Hoy tengo la hirviente sensación de que necesito parar el mundo, de que necesito bajarme. La realidad que he creado me está sobrepasando, está siendo superior a mí y hoy soy nadie ante su fuerza. Nombres, miradas, momentos... Me lanzan dardos ardiento contra mi serenidad. Echo de menos mi vida anterior, echo de menos cada minuto del mundo que yo había creado y me protegía del exterior, aquel mundo nuestro donde todo era nada y de la nada lo creábamos todo. Esa lógica incomprensible. Echo de menos aquella ausencia de total libertad, que irónicamente me hacía tremendamente más libre de lo que soy ahora, esclavo de mis anhelos. Cada paso que doy, cada zancada, cada decisión o cada tirón que doy de la cuerda es un error más que va pesando y me va envolviendo en una maraña de la que no sé si podré salir. Me siento atrapado en un mundo que he ido dibujando, pero donde se me olvidó pintarle una puerta, una salida y ahora ando agobiado y perdido buscándola. Demasiado tarde para sonreir, demasiado hundido para volar.

Lo siento, quizá hoy es un día de esos en los que no debió sonar el despertador. Un día en el que no ha salido el sol. Hoy el mundo no me quiere y se ha levantado cruel conmigo, me ha despertado con la rabia de quien odia lo que necesita y no tiene.

sábado, 16 de enero de 2010

¿Juegas?


Te propongo un juego: yo no sueño con momentos que viajen más lejos de mañana por la mañana, y tú me prometes dejarte arrastrar por nuestra cálida marea sin necesidad de mirar más allá de mis ojos. Si amanece y sigues ahí creeré que sigue valiendo la pena jugar. Si al salir el sol, alguno de los dos ya no está, no me pidas explicaciones, la partida terminó como la empezamos. De casualidad.

...Hay una puerta entreabierta
entre tu boca y la mía
hay una palabra muerta
una mirada vacía...

miércoles, 13 de enero de 2010

Sombras

Cómo me jode que tu sombra planee sobre mi vida sin que pueda hacer nada. No te imaginas cómo duele que sigas estando ahí aunque no quiera y que tu olor siga colándose en mis recuerdos, y en los recuerdos de planes que nunca llegaron a hacerse realidad.
¡Vete! O... vuelve y quédate.

lunes, 11 de enero de 2010

Sueños en sacos rotos

Como cuando llega el maldito día donde te enteras de que los increíbles Reyes Magos tienen más de increíbles que de magos, y lo más semejante a ellos duerme en la habitación de al lado. Los cincos y seises de enero ya nunca vuelven a ser lo que eran y su magia se pierde en el recuerdo de unos tiempos en los que la ilusión era más fuerte que la realidad.

Como cuando te das cuenta de que las películas y los cuentos, y todos los personajes maravillosos con sus maravillosas historias que viven dentro de ellos, no se encuentran en algún lugar lejano donde todo es posible, sino más bien vivieron en un día de inspiración en la mente de cualquier creativo.

Tal vez así me siento yo hoy. La decepción ha convertido lo mágico en realista, lo ilusionante en obvio, la esperanza en desidia y a tí en la persona que realmente nunca dejaste de ser. Pero hoy no me siento mal contigo, no me has decepcionado tú. Estoy enfadado conmigo mismo. En el fondo tú eres la misma persona desde el principio, la culpa fue mía por pintar el universo que deseaba conocer y esconderlo detrás de tu mirada. Tú no me has fallado, me han fallado mis ilusiones.

Quizá me equivoqué soñando que tenías ese don que te hacía especial y diferente al resto de la gente, y hoy me encuentro de golpe con una realidad que ya no me ilusiona, con un tú que está más lejos de mí que todos los tús que yo dibujé. Hoy vuelves a ser quien nunca dejaste de ser y yo, el mismo idiota de siempre.



Tan idiota que... a pesar de todo, todavía te necesito.

domingo, 10 de enero de 2010

Porque sí


Porque hay algo en tí que te hace diferente al resto.
Porque tu sombra hace que todo sea nada.
Porque vivimos al margen de la realidad, al borde de la lógica.
Porque nadie puede entenderlo, ni sabría entendernos.
Porque es una historia de ciencia ficción, es un cuento, y los cuentos, cuentos son.
Porque al final, siempre saldrá cara.
Y es que tu y yo no somos como el resto del mundo...

viernes, 8 de enero de 2010

Quién sabe

No sé si serás tú, o a lo mejor es cosa mía. Pero hoy el mundo me parece un lugar un poquito más dulce.

miércoles, 6 de enero de 2010

Complicado...


Qué complicado es darle sentido al mundo y cogerte de la mano para que no te pierdas. Cómo me gustaría enseñarte a soñar, llevarte lejos y hacer que desaparezcan tus miedos. Imaginar un mundo que sólo tú y yo podemos dibujar.
Cómo me cuesta robarte una sonrisa sin pensar en todo lo que tienes detrás. Pero sé que todo irá bien. Irá bien porque tú lo mereces, nada más. Porque como en las pelis, los buenos siempre ganan. Y tú, eres mejor. Confía en mí.

domingo, 3 de enero de 2010

Y... vuelve todo a comenzar


Ya está. Ya te has ido. Todo vuelve a empezar. Otra vez la cuenta se pone a cero. Otra vez vienen las ilusiones, las esperanzas, los sueños por cumplir. Otra vez vendrá la primavera, volverá el verano. Todo vuelve a surgir a partir de ahora. A ver si el diez trae suerte.

Te fuiste de la mejor manera posible. Supongo que la mejor compañía hace que los momentos importantes de tu vida pasen de ser destacados a inolvidables. Esta vez ya tocaba un viaje de verdad. Tocaba desconectar del mundo y reirnos sin más de todo. Tocaba reirnos de la vida que hemos compartido, de los ratos, los momentos, y hasta de nosotros mismos. Gracias chavales por hacer de esta nochevieja, una de las mejores de mi vida. No olvidaré cada frase, cada mirada o cada tonteria, porque serán eternas. Siempre quedará un trocito de ese viaje en mí, y un trocito de mí en esos lugares.

De momento el diez empieza diferente. Me he propuesto hacer las cosas bien, y parece que todo empieza a funcionar. Quiero ser feliz, y lo voy a ser sin más motivo que saber que se puede y que ya me toca. Ya nos toca.