jueves, 25 de marzo de 2010

Recuerdos tristes


Maldigo aquel septiembre y todo lo que se llevó por enmedio. Maldigo todo lo que pasó después por el simple hecho de que ya no volverá. Maldigo cada mañana, cada tarde, cada viaje y cada espera. Maldigo cada sonrisa que olvidé creyendo que todavía estabas. Maldigo cada mota de polvo que cubre mis jodidos recuerdos dejando claro que sólo son eso y no volverán. A veces todavía te necesito demasiado y es que he aprendido más de ti desde que te fuiste, desde que te saqué de mi vida, que durante todos los años que te quise cerca. Maldigo el último abril que me volvió loco. Me maldigo a mí por no saber quererte y te maldigo a ti por no abrirme los ojos. Por más ojos que mire, por más labios que sienta no hay unos como los que me enseñaron a querer. Todavía no hace un año y siento que ya te estoy echando de menos para toda la vida.

¿A quién vamos a engañar? tu nombre sigue maltratándome la conciencia cada vez que dudo de si éste puto mundo está así de loco, o soy yo quien no tiene sitio en él. No sin tu mano.

Me pierdo en cada golpe que da la manecilla del reloj y me taladra el subconsciente creyendo sentir que el mundo ha vuelto a tener el mismo color desde aquel día. Me mata la sombra de aquella llamada y aquel lo siento, no voy a ir, no creo que vaya más, es lo mejor. No hay una maldita olor que mejore la tuya, aunque me desviva buscando. No hay nadie como tú. No te puedo mentir. Y lo que más miedo me da es sentir que el horizonte no te dibujará más, y yo cada vez me siento más emborronado. Hoy he vuelto a tirar la moneda y ha caido del lado de la soledad.

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