miércoles, 3 de marzo de 2010

Como una mañana sin sol


Como un príncipe sin reino en un castillo sin bandera. Como esperar en la estación de madrugada un tren que salió hace horas con destino a no volver. Como un café a medias con la soledad en la penumbra de una cafetería vacía. Como ese olor a colonia que te llena de recuerdos y cuando te giras ya se ha marchado, fugaz como la persona que lo llevaba. Como el agónico sonido del despertador de un lunes, un lunes lluvioso. Atrapado en el tic-tac de un reloj que sonríe burlón sabiéndote lejos. Así estoy yo sin ti.


Así estoy yo, así estoy yo sin ti...

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