martes, 27 de enero de 2015

Miedo

Te cambio mis miedos por la huella de tus dedos. Te vendo un billete de ida a la quinta luna de Júpiter, un pasaje de ventanilla y consumición ilimitada en cafetería, con guardamaletas y hasta película para el camino, a elegir, sin subtítulos. Quémate sin miedo, las heridas cicatrizan mejor con la luz apagada. Pide café, para dos, sin azúcar. Saborea cada sorbo como si no lo hubieras probado antes. No importa las veces ni el lugar, que resbale por tu garganta y muera en tus venas como si no hubieras estado aquí nunca antes, como si el pretérito imperfecto no fuera contigo. Déjate morir con el último rayo de cada sol, reinvéntate con él cada mañana. Pégame cuando no sepa qué contestar, grítame fuerte, no me voy a romper. Salta, corre, vuela. Llegaste con las alas puestas, no dejes que nadie te las arranque jamás. Róbame el aliento, asústame. Te cambio mis miedos por la huella de tus dedos.

domingo, 11 de enero de 2015

A veces

A veces el vacío. A veces un punto muerto que, soltero de vida, acaba enamorado de la contradicción y el hastío. A veces un vuelo que nunca termina de despegar, una primavera devastada por tus incendios, una marcha atrás que sucumbe al presente. Una fiera dormida que se enamora de su cautiverio, una huella desdibujada del verano y tu playa que se vuelve a vaciar. A veces el silencio.

domingo, 4 de enero de 2015

No sabe quién es



Se pierde entre sus calles y ya no sabe quién es. La hoja que la lluvia humedece y el viento acorrala, lejos de su árbol ha perdido el norte, y sin él, la vida. Los pasos ya no escapan por la comusira de sus aceras y los 'te quieros' a precio de saldo han desbordado su bandeja de entrada. No sabe si llegó muy pronto y ya es demasiado tarde, o si nunca debió dejar de llegar. Pero nada es igual cuando se repite la escena. Es jodido echar de menos lo que nunca llegaste a ser de verdad, piensa. Y se relame sus heridas, mientras no sabe si quema más reencontrarse con lo que tuvo, o con lo que nunca llegó a tener.




-Intento escribir pero la imaginación rehuye las ganas. Creatividad y don en un cuerpo a cuerpo que muere antes de sonar el 'gong'. Era más fácil cuando había algo que gritar, supongo. Supongo también que cada vez me cuesta más ver el reflejo en el cristal empañado. Aquel que guardaba el plan de huída, los pasillos al éxito, la llave maestra de todas las sonrisas. A veces tengo miedo de que cuando olvidas el truco, muera la magia.