
Sentir que el tiempo se detiene en el instante en que me cruzo con tu mirada. Ahora cuelgo del hilo que separa tus ojos de la realidad y todo se inunda de sentido. Puedo jugar con el destino a inventarme miles de argumentos por los que no cambiaría por nada cada segundo que siento tu aliento. Ahora todo es de verdad, y el mundo se dibuja como un simple decorado ajeno a nuestras miradas. Inconsciente de que tu mano y la mía son la única fuerza que mueve este jodido planeta. Quiero abrir la ventana y gritarle al mundo que hoy me quedo aquí, me quedo contigo. Que no importa lo que pase fuera, que ahora estás tú, y ya no existe nada más.
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