domingo, 25 de abril de 2010

Eres


Ya se que no debería pensar y sin embargo pienso. Es inútil soñar y ya me ves, aferrado a mi almohada. Preguntándome a mí mismo si tal vez algún día acabará esta locura y podré volver a respirar. Aunque en el fondo creo que echaré de menos esta falta de calma, esta incertidumbre y el nerviosismo expectante que la alimenta.

Te mentiría diciéndote que puedo contar ovejitas cuando me desvelo a medianoche y que eres lo último que me viene a la mente. Te mentiría si te dijera que puedo vivir sin mirar atrás ni a los lados y que en mi bola de cristal que llamas pasotismo, no existes, o no te invento. Eres un motivo para sentir y una excusa para soñar, y pienso agarrarme con las uñas a cada momento para que mis días a días hayan valido la pena. No vas a desaparecer como viniste ni yo me voy a marchar sin haber llegado. Es el precio a pagar por llamar a la puerta.

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