martes, 3 de agosto de 2010

Buenos días


Te levantas de la cama de golpe, no tienes prisa pero algo te acelera el pulso. Cierras el cajón definitivamente porque sientes que ya no queda nada más que guardar. Qué irónico, ¿verdad? hace un rato estaba la cama llena de recuerdos, de historias, de sueños y promesas que caían por todas partes imposibles de ordenar. De repente ya todo tiene poco sentido, o eres tú quien no se lo ve. En fin, eso no importa.
Te vistes con lo primero que ves, y coges las cosas sin pensar. Necesitas salir fuera y que te de el aire. La puerta queda atrás con un portazo y bajas las escaleras a toda prisa.
No hay nadie fuera, es demasiado pronto todavía. ¿o demasiado tarde? da igual, empiezas a andar y notas como todo va quedando atrás. Cada paso es una mirada menos, una llamada, un mensaje, una foto que se pierde en el recuerdo. La brisa de la mañana te recorre el cuerpo formando escalofríos de hielo y azúcar, de limón y nata. Nada hace tanto daño como el pasado, y nada da tanto miedo como un futuro que se despega de tu imaginación formando figuras incompletas. Sólo queda un presente que todavía estás a tiempo de dibujar si no te da miedo. Toda la vida era demasiado tiempo para esperar, incluso para alguien como tú.

1 comentario:

  1. La cacualidad me ha hecho descubrir un blog mágico.

    http://www.altoniveldestupidez.blogspot.com/

    ResponderEliminar