lunes, 11 de enero de 2010

Sueños en sacos rotos

Como cuando llega el maldito día donde te enteras de que los increíbles Reyes Magos tienen más de increíbles que de magos, y lo más semejante a ellos duerme en la habitación de al lado. Los cincos y seises de enero ya nunca vuelven a ser lo que eran y su magia se pierde en el recuerdo de unos tiempos en los que la ilusión era más fuerte que la realidad.

Como cuando te das cuenta de que las películas y los cuentos, y todos los personajes maravillosos con sus maravillosas historias que viven dentro de ellos, no se encuentran en algún lugar lejano donde todo es posible, sino más bien vivieron en un día de inspiración en la mente de cualquier creativo.

Tal vez así me siento yo hoy. La decepción ha convertido lo mágico en realista, lo ilusionante en obvio, la esperanza en desidia y a tí en la persona que realmente nunca dejaste de ser. Pero hoy no me siento mal contigo, no me has decepcionado tú. Estoy enfadado conmigo mismo. En el fondo tú eres la misma persona desde el principio, la culpa fue mía por pintar el universo que deseaba conocer y esconderlo detrás de tu mirada. Tú no me has fallado, me han fallado mis ilusiones.

Quizá me equivoqué soñando que tenías ese don que te hacía especial y diferente al resto de la gente, y hoy me encuentro de golpe con una realidad que ya no me ilusiona, con un tú que está más lejos de mí que todos los tús que yo dibujé. Hoy vuelves a ser quien nunca dejaste de ser y yo, el mismo idiota de siempre.



Tan idiota que... a pesar de todo, todavía te necesito.

2 comentarios:

  1. es muy facil creer en cosas tan bonitas que se alejan de la realidad...

    cuando de un golpe te bajan a la tierra es cuando te empiezas a dar cuenta de como es este mundo de verdad...

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  2. lo que más duele es sentirse decepcionado...
    te ha salido un texto muy triste pero precioso... me ha encantado.
    un millón de besos

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