miércoles, 4 de enero de 2012

Otro más, y ya van dos mil doce.

Cuentan que el uno de enero es el comienzo de todo, el reloj vuelve a empezar la cuenta atrás, los días, meses y estaciones se preparan para volver a nacer. El carnaval, la semana santa, el sabor de la primavera que precede a las hogueras, los siempre dulces julio y agosto, seguidos del melancólico otoño y los madrugones invernales que dan paso a la navidad; uno a uno se van sucediendo con impasible calma y velocidad pasmosa todas y cada una de las cosas que han de pasar cada año. Son ajenas e independientes al curso de nuestras vidas, siempre seguirá sumando segundos la aguja del reloj, porque su mecanismo no entiende de personas ni situaciones, no atiende a motivos ni explicaciones.

En estas fechas me estremece pensar la maravillosa facilidad que tiene el mundo para no inmutarse, para permanecer impenetrable e indiferente al devenir de nuestras mentes. No importa quien quede ni quien se vaya; doce uvas o lentejas; la Roma de Julio César, la Jerusalén del año 0 o la maltrecha España de hoy; lo mismo da el dinero que tengas en el bolsillo que las ilusiones que hayan caído por el camino; el tiempo nunca se va a detener, la vida permanecerá como siempre ha existido: nunca dejará de latir ese corazón que llamamos mundo.

Hoy quiero brindar por ese bostezo mañanero de lunes insufrible; por esa sonrisa cuando el calendario pinta de viernes el sonido del despertador; por ese minutito que robamos al sueño imaginando vidas que nunca tendremos; por ese olor a café y tostadas; por cada 'buenos días', por cada 'hasta mañana'; por esa ducha refrescante de agosto y ese edredón de diciembre; por ti, porque conviertes mi vida en argumentos para seguir; por mí, porque por más años que pasen no me canso de luchar por lo que quiero y lo que soy. Hoy quiero brindar por el mundo, por nuestro mundo, ese que construimos cada uno y es que, a pesar de todo, sigue siendo el mejor lugar para vivir.

Feliz 2012!

El año empieza con una canción que nos ha hecho fuertes, una frase que gritamos al cielo, la mejor despedida que se pueda soñar.



Y yo que no puedo estar sin ti,
no he encontrado la manera de que no tengas que morir.
Si te quedas quieta ahí,
yo te grabo en mi cabeza cuando no paras de reír.

No está demostrado que el Sol se quede fijo ahí,
ni que la luna y las estrellas vayan a estar
para que las puedas tú mirar.

A mí me gustaría que vivamos para siempre
y que seamos... ¡JÓVENES ETERNAMENTE!!!

1 comentario:

  1. ¿Qué harías si tuvieras todo el tiempo de este mundo y no importara ni el pasado ni el futuro?

    Me gusta mucho esa canción! :)

    Happy new year!! ^^

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