domingo, 10 de enero de 2016

Hablemos

¿Dónde van a morir los besos que no se dan? Los hastaluegos que disfrazamos de adioses cobardes cuando el reto supera las ganas. O es el miedo quien habla por los dos.

Ven, hablemos de lodos y distancias, de frenos a deshora, del pánico al ocaso, de las dudas.
Hablemos del espacio que queda entre el último sueño y la primera luz del día, del rincón donde duerme la ironía, del estrecho que separa ahora y nunca. Dibuja en mi espalda el mapa de mi vida, el entramado de sinsentidos que cose mis madrugadas, el fervor enajenado de quien huye de sus demonios como el preso de la vida. Consciente de que cada paso en falso es un simulacro de huida.

Ven, hablemos del miedo al fracaso, de la tiranía de ser cobarde, de lo cerca que queda la Luna cuando tus ojos me miran. Te propongo un trato. Te cambio las preguntas por silencios en tus manos, te cambio mi tiempo por tu futuro hecho pedazos, por cada una de tus miradas, por el tacto de tus costillas. Te cambio un retazo de tu invierno por dos cafés y nos vamos.

¿Sabes? El tiempo que mide las historias de vino y rosas es el mismo que tacha madrugadas en azoteas ebrias de deshielo. La diferencia está en el uso que queramos hacer de él. Te cambio mi pasado por un pronombre posesivo. En primera persona. Del plural. Como la vida, como todo lo que es eterno mientras dura.



Hablemos de ruina y espina,
hablemos de polvo y herida,
de mi miedo a las alturas,
de lo que quieras, pero hablemos,
de todo, menos del tiempo que se escurre entre los dedos.

3 comentarios:

  1. Llamaste mi atención con el título. Me conquistaron tus palabras y acabó enamorandome la canción que elegiste. Es maravillosa *-*
    Un beso!^^

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    1. me alegro de que así sea, tú también escribes genial, te sigo! saludos!

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  2. Precioso, qué bonito escribir así

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