domingo, 24 de noviembre de 2013

Ahora que



Ahora que el frío es largo y huele a castañas y manta de lana. Ahora que los atardeceres son cada vez más madrugadores y la arena hace tiempo que desapareció de los bolsillos. Ahora que las avenidas se visten de invierno, de noche, luces y atascos. Ahora que la playa duerme vacía y el café le ha ganado al sueño. Ahora que las manos nunca se calientan del todo y huele a chocolate en la cocina. Ahora que mis domingos ya no saben a retiro y me descuido sin tus prisas. Ahora que el tiempo pesa más que el olvido y el mundo se viste de gorro y bufanda.

Ahora es cuando ya no está permitido soñar y, curiosamente, ahora es cuando ya no estás.



El granizo, que golpeando la uralita
me contaba las cositas de la atmosfera y demás,
me contaba, que la nubes proclamaban
su derecho a retirada
y que los dioses del viento se cansaron de soplar.

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