lunes, 10 de agosto de 2015

Queriendo en gerundio

¿Sabes? a veces pienso que ya no se quiere igual. No se quiere como antes. Y no hablo de intensidad, de cantidad. Es algo muy distinto, es cuestión de calidad, de sentimientos, por decirlo de algún modo, es cuestión de valores, de principios. Es tan fácil el acceso a todo que ese todo, por consiguiente, se queda sin valor. La ecuación es sencilla, cuando algo es inaccesible, se desea, pero al convertirse en cercano se ignora, se pierde. Podemos, en cuestión de minutos, llegar al corazón de alguien a través de la piel, y a la mañana siguiente no recordar ni el nombre. Podemos, por curiosidad, saber qué lee, qué escucha, qué estudia y donde trabaja alguien con solo un par de clicks y rechazarle sin haber cruzado una palabra. Así somos, así funciona el ahora. Hipócrita sería tacharlo cuando soy el primero que lo cumple, pero formar parte del juego no disimula el deseo de cambiar las reglas.

A veces pienso que sobran palabras y faltan sentimientos. Echo de menos el lazo que te une sin compromiso, la sensación de libertad siendo parte de un todo, la suma completa, sin juicios morales, sin pagar la cuenta a final de mes. Me sobran fotos en Instagram que digan lo que te quiero, retratos de sábado que llenen una galería de caras bronceadas y camas vacías. No quiero saber el tiempo que hace desde la última discusión ni la fecha de nacimiento de un amor condenado al suicidio. Te cambio todo eso por un domingo viendo llover desde el sofá, por una taza de café caliente en cualquier rincón de la cama. Te cambio el frío de un hoy que no entiende de misticismos por un par de verdades sin paliativos, por aceptarte como eres, por defender que eres tú y que seguiré ahí, solo por ser quien eres. La transparencia de quien se ilusiona perdiendo hasta el alma. Porque, ¿sabes? creo que querer no tiene sentido, si no se pierde la vida en el intento.

Ayer alguien a quien quiero me dijo que la gente ya no está dispuesta a apostar por nadie, parece que cuando algo no es sencillo, nos aburre y lo cambiamos por otra historia mejor. Y no me gusta pensar que tiene razón. Pero tal vez, cabe la posibilidad, de que se nos haya olvidado cómo hacer las cosas. Es cuestión de querer. De querer seguir queriendo.



El día de hoy no se volverá a repetir
Jamás, la vida es tan corta que se va y no da para más.
O la vives o te vive. O la vives o te olvida.

2 comentarios:

  1. GUAU...Totalmente de acuerdo! Basta de cuánto y preocupéponos por el cómo...

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  2. GUAU...Totalmente de acuerdo! Basta de cuánto y preocupéponos por el cómo...

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