domingo, 29 de noviembre de 2009

Nada ni nadie


Podrías ser cualquiera, pero eres tú.

Empezar a jugar tarde no es una sorpresa, de hecho soy amante de las partidas lentas. La velocidad no me llena, me deja a medias, necesito saborear cada movimiento para hacerlo único. Me excita colarme poco a poco sin pedir permiso. Me atrae el riesgo, amante de lo prohibido. Porque quizá en lo imposible está la esencia de los sueños. Abrir cada puerta conlleva peligros que nunca conocerás hasta que entras, pero sólo cuando estés al otro lado de ella sabrás si ha valido la pena pasar.

No creo en barreras reales para los sentimientos y los deseos, viajan tan lejos como puedas imaginar, los obstáculos no existen, los pone la mente. No me gustan los límites. Todo es tan sencillo como dejarse llevar. Flotar en el mar a la deriva sin más destino que el que marque cada amanecer. Y si el agua está fría, dormiremos en la orilla.


Al son de la melodía de un domingo lluvioso y melancólico. Me gusta.

...La espuma del mar,
un grano de sal o de arena.
Una hebra de pelo,
una mano sin dueño,
un instante de miedo,
una nota perdida,
una palabra vacia en un poema,
una luz de mañana
así de pequeño soy yo
nada de nada...

P.D. ¡Viva el mejor espectáculo del mundo! Hace grandes los fines de semana.
Grande Zlatan. Grande San Blas, a seguir soñando.

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