lunes, 16 de septiembre de 2013

Promesas

"La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser."

José Ortega y Gasset


Desde que empezamos a tener uso de razón vivimos sumergidos en una mentira, una eterna y dulce mentira. Es posible que si tuviéramos que pararnos a pensar en nuestras promesas no cumplidas, la vida sería mucho más amarga. Supongo que la mente se encarga de borrar con el paso del tiempo las experiencias menos agradables, y suavizar los recuerdos, convirtiendo cada tiempo pasado en un recuerdo mejor. Curiosa forma de sentirnos vivos.

A veces me gusta creer que lo mejor está por llegar, que he aprendido a reinventarme cada mañana. Que no es una decepción no ser hoy quien soñé, que se puede volver a creer, volver a querer, que todavía queda mucho por aprender.

A veces, y solo a veces, me gusta pensar que somos sueños, que sin ellos no podemos vivir. Que cuando una cabeza deja de soñar, firma irremediablemente su muerte.

A veces me gusta decirle al espejo que cuando muere una promesa, no es porque haya fracasado, sino porque no era el momento de cumplirla.



Siempre quise ir a L.A.
dejar un día esta ciudad,
cruzar el mar en tu compañía.

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