domingo, 25 de octubre de 2009

Sin prisa.


Tranquilidad. Un poco de calma, que se pare el mundo, que se detenga su desenfrenada velocidad porque me da vértigo. No puedo aguantar el ritmo si no hay un poco de paz, un poco de sosiego. No quiero sentir a esa velocidad, no quiero pensar tan rápido, no quiero que mis sensaciones cabalguen sin dirección y a un ritmo tan fuerte que no las pueda controlar. Te pido un poco de pausa, a ti, y a mi cabeza. Lo que tenga que pasar, pasará, estoy seguro.

Tengo que hacer las cosas bien, no puedo equivocarme, no puedo fallar o te perderé.
¿Y si fallo? ¿Y si me equivoco? ¿Y si te pierdo?... ¿Acaso se parará el mundo? ¿Quizá no voy a despertar? ¡No! Seguirá luciendo el sol, seguirá lloviento, estés tú o no estés. El despertador no dejará de sonar por las mañanas, y por más que duela la vida seguirá, siempre seguirá. Y yo, no tengo prisa.

Seguiré esperando esa sonrisa, y que me lleves de la mano. Perdernos y perderme en ti...
Pero sin prisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario