jueves, 22 de septiembre de 2011

Otoño de dosmilonce.

¿Por qué cada noche la misma película? y es entonces cuando decides abrir las sábanas y adentrarte en una toruta contínua y dulce. Los recuerdos se pelean a lágrima y espada con la realidad y no te dejan conciliar ningún sueño; ni siquiera ese en el que te desarmas de todo lo que pesa y vuelves a aquel pasado de volátiles y efímeras sonrisas.

Esta noche no será una más y es que, el otoño se ha deshecho de los últimos restos de un verano brillante a golpe de hojas pálidas y atardeceres tempranos. Ya quedan como un anodino recuerdo aquellas noches en vela y sus interminables días de playa. Todavía no crees que falten nueve meses para volver a sentir ese calor refrescante, esa agitada calma. Y esque el verano se marcha como vino, sin avisar.

Otoño, tú y yo tenemos un idílio pendiente y eterno que espero nunca zanjemos. A ver como te portas este año. Sabes que siempre te preferí, a pesar de tu olor a a frío a y rutina.

¡Feliz otoño!

...Y no, pasaré a la acción
No hará falta, no
Pensaré en la próxima jugada
Y aunque no sirva de nada
Jugaré mis cartas yo
Aunque no resulte, aunque sea inútil
Ya no necesito Dios, y me falta amor
Puta vida esta la que me tocó...


1 comentario:

  1. Nunca me he aclarado, y es que no sé si me gusta o no el otoño. Creo que tenemos una relación amor-odio, sí, será eso.

    pd. vetusta morla y ahora supersubmarina? A parte de gustarme lo que escribes también me gusta lo que escuchas, voy a darme una vueltecita por tus antiguas entradas :)

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