miércoles, 16 de enero de 2013

Mi ADN lleva tu nombre.


Confundir presente con velocidad es la bala que nos hace más vulnerables. Esconderse entre los tic-tacs que maquillan el estrés no nos aporta una realidad mejor, pero sí más llevadera. Hoy el día no va a pasar a la historia, por el simple hecho de que nadie lo ha hecho diferente. O sí.

Pero hay veces en las que la vida te recuerda que ese yo tiene un alguien y un porqué detrás y que, aunque a veces se me olvide, solo soy el reflejo de lo que un día dibujaste. Siempre me ha gustado parar el tiempo, saborear un recuerdo y sentir el viento en la cara; y es que suelo pensar que las cosas importantes en la vida nunca pasan cuando vas corriendo.

Hace dos años y ocho meses que me nos dejaste y he perdido la cuenta de las veces que me duermo pensando en todo lo que fuimos, y en todo lo que un día ya no llegaré a ser sin ti. Siempre he dicho que no estaba preparado, por más que quisiera darte esa imagen y, aunque sé lo egoísta que suena, creo que contigo hoy mi vida sería mejor diferente. Ese día murió una parte de mí que llevaba tu nombre. Las grandes personas son como los buenos libros, por más que apartes la mirada sabes que si te ha marcado, es para siempre.

Aunque viva cien años nunca podré llegar a pagarte lo que te debo. Y aún así ya ves, idiota de mí, me refugio en mis palabras creyendo que solo así puedo decirte lo que guarda una mente que todavía no ha aprendido a ser si le faltas.

Gracias por todo lo que eres en mi vida. Por tu antes, por tu ahora y por tu después. Sin tu mano, nunca habría aprendido a entender el mundo.



La marea me dejó aromas de barro,
algas tejidas en forma de desengaño.
La marea me dejó unas conchas sin nombre,
con que un niño hizo un collar de un alfabeto que no entiende el hombre.



3 comentarios:

  1. Sí piensas que estas vencido, lo estás.
    Sí piensas que no te atreves, no lo harás;
    sí piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás.
    Sí piensas que perderás, ya estás perdido,
    Porque en el mundo encontrarás
    que el éxito comienza con la voluntad del hombre,
    todo está en el estado mental, es decir, en tu fe.
    Porque muchas carreras se han perdido
    antes de haberse corrido
    y muchos cobardes han fracasado
    antes de haber su trabajo empezado.

    Piensa en grande y tus hechos crecerán,
    piensa en pequeño, y quedarás atrás,
    piensa que puedes; y podrás.
    Todo está en el estado mental, en tu fe.
    Sí piensas que estas aventajado, los estás.
    Tienes que pensar bien para elevarte.

    Tienes que estar seguro de ti mismo
    antes de intentar ganar un premio.
    La batalla de la vida no siempre la gana
    el hombre más fuerte o el más ligero,
    porque tarde o temprano el hombre que gana
    es aquél que cree que puede hacerlo.

    ResponderEliminar
  2. Bonita foto, bonitos recuerdos...
    Respecto al texto, sin palabras...

    ResponderEliminar
  3. Emocionante y profundo. No tengo palabras, me has dejado una sensación vacía tras leerlo, como sólo un verdadero escritor podría hacerlo.

    ResponderEliminar