viernes, 25 de enero de 2013

Punto muerto.

A veces no basta con ser fuerte o querer parecerlo. Evitar hablar de algo no lleva a olvidarlo, ni siquiera a minimizar su peso. Hoy es uno de esos días en los que los recuerdos vuelven como un boomerang sin acuse de recibo que diría Sabina. Parece que todo ahoga más que ayer y que no es tu ausencia, sino mi vida la que duele.

En una trinchera entre el olvido más sensato y el recuerdo que siempre miente. Nada es lo que parece cuando miras atrás y todavía quieres creer en lo que no es. En esa mentira que cansada de ser sueño, se despertó una mañana para no volver.

Mírame, dame la mano y sácame de esta puta vida que se desmonta cada noche. Necesito respirar.



Todo está parado en punto muerto
a punto de empezar de nuevo
llevo meses asomado al precipicio
y si no avanzo es peor que si me caigo
que me empujen y estrellarme
es la manera más sincera
de afrontar lo que nos queda
que nunca vuelva a verlas estallar
ya no quiero mentir a nadie más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario