martes, 29 de diciembre de 2009

Hasta siempre dosmilnueve!


Llegaste de una forma triste y apagada, con una nochevieja descolorida y un tanto aguada, lejos de las anteriores... Y me las has pagado caras. Lo sé, te merecías más, te merecías un recibimiento por todo lo alto, al fin y al cabo me ibas a acompañar trescientos sesenta y cinco dias de mi vida.

Como un ciclón que difumina todo cuanto toca te has llevado por delante mi vida y la has puesto patas arriba. Has desordenado hasta el último rinconcito de tranquilidad. Me has cambiado todo lo que tenía por un futuro incierto, miedo, muchas lecciones, cosquillas en el estómago y largas conversaciones con la almohada cada noche antes de dormir. Sinceramente, confieso que me gusta. Te diré al oído antes de que te vayas que, en el fondo, necesitaba subirme a esa montaña rusa y perder el control. Dar rienda suelta a mi vida y poner en pié todo lo que me rodea. Has sido sin duda el año más descontrolado, diferente y vacío de cordura que he vivido y, sin embargo, he aprendido más sobre la vida que en los últimos 20.

Como cuando termina una salvaje noche de fiesta, ahora necesito dormir la resaca. Necesito un domingo tranquilo, pausado. Necesito una vez más una dósis bien cargada de serenidad y café caliente. Necesito amaneceres tranquilos que dejen en calma la marea y asienten la revolución. Necesito que todo lo aprendido tenga sentido, necesito que tú le des sentido. Y para ello, esta vez sí, he aprendido la lección. Dosmildiez, te voy a recibir como mereces, no me volverá a pasar, no volveré a caer. Te voy a dar una entrada por todo lo alto, y lejos, muy lejos de aquí. A ver si, ésta vez sí... tengo la suerte que necesito.

Son tantos los recuerdos que como hojas marchitas se pierden en la memoria con esas doce campanadas, que me da vértigo mirar atrás. Nombres, personas, lugares, momentos, risas, miradas, nervios, sueños... Pero llegan más. Y con la carta a los Reyes Magos, también tengo escrita en mi cabecita una lista con mis deseos para un dosmildiez que viene cargadito, cargadito de ilusión. O eso quiero creer. Pero no se pueden contar, porque si no, no se cumplen. Es la magia de los sueños.

Espero de corazón, que se os cumplan todos vuestros sueños, y que recibais al año nuevo con una sonrisa, un plan perfecto y todo la esperanza que merece. Yo, he elegido el mejor plan posible, a ver si así, además de hacerme olvidar lo que me deja el anterior, me acoge en buenas manos.

Feliz año nuevo! Nos vemos en Granada, dosmildiez =)

Un año más - Mecano

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